Un torneo nefasto no podía cerrar en casa de otra manera. Chivas es un desastre. Y este domingo, Querétaro lo exhibió. El 2-1 de los Gallos Blancos es una demostración de los contrastes del futbol: un equipo local muerto y un cuadro visitante que se resiste a morir.
La quinta derrota consecutiva del Rebaño Sagrado es una afrenta a su glorioso pasado. El último partido ante su afición concluye con un revés ante un club casi destinado al descenso. Guadalajara es la viva cara de la vergüenza, mientras Querétaro se aferra al milagro.
Los primeros minutos son de absurdo tedio. El futbol es una expresión de vida. Un maravilloso pretexto para ser feliz, según el argentino Jorge Valdano. Pero eso, hace mucho que Chivas lo ha olvidado.
Al ’35 Chivas tiene la única de peligro en la primera parte. El centro de Carlos Fierro es medido. Miguel Sabah calcula la trayectoria del esférico. Remate de media volea, potente. La pelota se va por un lado.
Costoso error, pues dos minutos después ocurre lo impensado. Pelota filtrada para Luiz de Souza, por el costado derecho. Entra al área. Levanta la vista. Centra con fuerza. Sergio Pérez se cruza en el camino de la pelota. Con pésima técnica. “El Cherokee” la empuja en su propio arco. Gol del Querétaro. Lo gritan tres mil aficionados que han hecho el viaje con la esperanza de un milagro.
Acusa a jugadores
El presidente de Chivas, Dennis te Kloese, acusó a sus jugadores de ya haberse ido de vacaciones, tras perder ante Querétaro.
“Yo creo que dos partidos antes de que cierre el torneo, ya estamos eliminados, pero parece que ya algunos tomaron vacaciones”, comentó.
“Y lo que se notó hoy yo creo es de reconocer que aquí vienen los jugadores de Querétaro y vienen a mostrar que quieren estar en Primera División, que algún equipo les dé la oportunidad, y creo que a algunos de nosotros también se les está olvidando que se están jugando la permanencia en Primera”.
Antes, el directivo dijo que ya se cansó de pedir a sus jugadores que reaccionen y ahora tomará medidas