“Jorge, muy buena la columna, pero desgraciadamente dista de la realidad actual de Amazon.
Las juntas rara vez son desordenadas y entre más senior sea a quien se le va a presentar, más “pre-reviews” tenemos.
Al final, son muy pocas las personas que no han leído el documento y por lo general, los directores inician la discusión.
Yo pienso que el Amazon de Jeff Bezos ya no existe, pues muchas de sus entrevistas hablan de procesos y formas que han cambiado mucho.
Si bien seguimos usando términos como two-pizza team o one-way door, más vale que las pizzas sean extra large… ¡y que no vengas con hambre!
La burocracia nos ha consumido y en ocasiones nos ha hecho más lentos que el Chicharito Hernández. Por ejemplo, llevamos 3 años intentando lanzar un método de envío para supermercado “ultra-rápido” (2 horas o menos) mientras que Walmart llega a sus clientes en menos de media hora (les tomó 26 minutos entregarme mi orden).
No todo está perdido. Seguimos teniendo gente muy brillante y muchas discusiones entregan grandes lecciones sobre cómo pensar o manejar un negocio. Somos conscientes del problema y se han hecho esfuerzos para mejorar, pero nos gana el miedo a una mala junta por falta de preparación.
Esto último es clave. Las expectativas en Amazon son muy altas y, si no estás a la altura, obtienes una merecida promoción a cliente (promoted to customer, en mexicano: despedido). Entonces el miedo a no cumplirlas nos hace caer en este tipo de problemas.
No deja de ser cierto que todo lo que mencionas en tu columna es muy valioso y me gustaría poder experimentarlo de primera mano, pues en 6 años en Amazon y dos organizaciones diferentes aún no me toca vivirlo”.
Este lector literalmente me escribió una buena parte de esta columna.
Una extraordinaria reflexión desde donde más cuenta: desde la trinchera. Porque ahí, en la trinchera, es donde se ganan o se pierden las guerras.
Una cosa es lo que diga Jeff Bezos (relee “¡Sí! Juntas desordenadas”) sobre la importancia de discusiones abiertas y productivas en reuniones donde se discutan temas torales… y otra cosa es la realidad.
Una cosa es la teoría y otra muy distinta puede ser la práctica.
Yo admiro a Bezos y siempre he atesorado sus conceptos. Pero aquí le creo al gerente que se tomó el tiempo de escribirme tan valioso email.
No le quité ni una coma.
Hablemos, pues, de la teoría y la práctica.
Primero que nada, la teoría importa. Aquí lo hemos dicho hasta el cansancio: Los conceptos (palabras, acciones) de un líder pesan, pesan mucho.
Entonces, nunca será lo mismo una organización liderada por un jefe pentonto que una manejada por alguien como Bezos.
El éxito de grandes empresas como Amazon tiene mucho que ver con el liderazgo de la(s) persona(s) al mando.
Segundo, hay que trabajar para implementar los conceptos, la teoría. Hablar no basta. Implementar una cultura de trabajo cuesta. Hay que reclutar bien, capacitar e implementar procesos. Y, sobre todo, hay que evangelizar siempre, repetir y repetir para crear hábitos.
Para que la teoría se vuelva práctica.
Perfecto, pero, ¿por qué puede perderse la teoría con el tiempo? ¿Por qué la práctica puede terminar siendo tan distinta a lo deseado?
Hay muchas causas, pero me enfocaré en una: el crecimiento.
Es mucho más fácil implementar la cultura deseada en una startup que en un gigante que emplea a 1.5 millones de personas, como Amazon.
Como decía Rosabeth Moss Kanter: los gigantes tienen que aprender a bailar. En su libro del mismo nombre, la profesora de Harvard sugiere algunos requisitos para mantener la flexibilidad al crecer: unidades de negocio ágiles, networking y asociaciones, empoderamiento al empleado, promover el cambio constante (movimiento), liderazgo visionario, flexibilidad en las carreras, pensamiento global y cultura productiva.
Excelentes… en teoría.
El reto, por supuesto, seguirá siendo la práctica.
Y en esto no hay atajos al trabajo arduo y constante.
Mantener una buena teoría nunca será fácil.
Porque, OJO, un gigante que no baila, también puede quedarse sin música.
En pocas palabras…
“La mejor manera de predecir el futuro es inventándolo”.
Rosabeth Moss Kanter
@jorgemelendez
