Acaba de ser otorgado el premio Nobel de física del presente año a John Clarke, Michel Devoret y John Martinis, por el descubrimiento del tuneleo macroscópico cuántico en circuitos eléctricos.

La mecánica cuántica junto con la teoría de la relatividad son pilares fundamentales de la ciencia moderna. En particular la teoría cuántica ha sido tremendamente exitosa pues ninguna de sus predicciones ha sido equivocada. En muchos sentidos prácticos esta teoría ha cambiado al mundo.

Por ejemplo, se puede señalar que un tercio de la economía mundial depende de productos que han sido desarrollados gracias a esta teoría. Numerosos productos tecnológicos, desde teléfonos celulares hasta supercomputadoras y sistemas médicos de resonancia magnética, son el resultado de nuestra comprensión de la descripción cuántica del comportamiento de electrones cargados y de hoyos cargados en semiconductores.

Así mismo, la comprensión del láser, las fibras ópticas no lineales y todas sus numerosas aplicaciones son el resultado de la descripción cuántica. La extraordinaria precisión de la teoría cuántica es señalada en el libro “QED La extraña teoría de la luz y la materia” de Richard Feynmann.

Basada en la teoría cuántica inicialmente desarrollada por Schrodinger y Heisenberg, Paul Dirac predijo que el momento magnético del electrón tenía un valor exacto de 1.0. 

Sin embargo, mediciones experimentales realizadas en 1949 proporcionaron el valor de 1.00118.  Posteriormente se obtuvo el valor de 1.00116.  El valor experimental actual es de 1.00115965221 mientras que el valor teórico es de 1.001159652.  Esta precisión equivale a medir la distancia entre las ciudades de Nueva York y Los Ángeles con una precisión mejor que el grosor de un cabello humano.

La teoría cuántica es uno de los grandes logros de la humanidad, sobre esta Richard Feynman dijo: “Cualquiera que afirme que comprende la teoría cuántica está mintiendo o está loco”. Niels Bohr, también ganador del premio Nobel afirmó que “quien no se sorprenda por la teoría cuántica es porque no la ha comprendido”. 

Ahora podemos constatar que esta poderosa teoría está en el centro de toda la tecnología que cotidianamente usamos. Vivimos literalmente en un mundo cuántico.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *