El próximo uno de septiembre, por mandato constitucional, la primer mujer presidenta de la nación, Claudia Sheinbaum Pardo, rendirá su primer informe de gobierno cumpliendo con su responsabilidad ante la ciudadanía en el congreso de la unión.
Hay que recordar que el 15 de agosto de 2008 se reformó el artículo 69 de nuestra Carta Magna, eliminando el requisito de asistencia del presidente al inicio del periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión. Por lo cual, el jefe del ejecutivo sólo está obligado a enviar su informe por escrito al poder legislativo.
La comparecencia ante el Congreso para dar el Informe de Gobierno data desde el primer presidente de México, Guadalupe Victoria, quien lo hizo el primero de enero de 1825. Desde entonces, a lo largo de nuestra historia han habido momentos emblemáticos en estos eventos que quedaron enmarcados para la posteridad.
Durante su Informe de 1968, previo a la matanza del 2 de octubre ocurrida en Tlatelolco, y en medio de un clima de tensión marcado por la violencia de las manifestaciones estudiantiles reprimidas por las Fuerzas públicas, el presidente Gustavo Adolfo Díaz Ordaz dio un anuncio de la tragedia que apenas un mes después marcaría para siempre a su gobierno.
En su comparecencia aseguró que “hemos sido tolerantes hasta excesos criticados, pero todo tiene un límite”, frase que desde entonces retumba en la memoria de los sobrevivientes y los familiares de los asesinados el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Culturas de Tlatelolco.
En su último Informe de Gobierno, el presidente José López Portillo dio una cátedra de oratoria y actuación, cuando impresionó a todos los espectadores al emocionarse hasta las lágrimas.
La historia lo recuerda por ese momento en el que anunció la nacionalización de la banca, pidiendo perdón por el desastre económico que marcó su sexenio.
Era el año de 1982, el sexto informe de gobierno de López Portillo que fue ovacionado 40 veces por legisladores priistas. José López Portillo, quien en 1982, además de que obtuvo el récord del mayor número de ovaciones en un informe de gobierno, en 40 ocasiones los legisladores priistas le aplaudieron, también se tomó su tiempo para llorar en la máxima tribuna parlamentaria. “A los que hace seis años les pedí un perdón que he traído arrastrando como responsabilidad…aplausos”.
Al final se enjuagó sus lágrimas, en medio de aplausos de los legisladores, quienes reconocieron las medidas adoptadas por el Gobierno Federal.
Quizá lloraba en realidad, pero por ser el último año de su sexenio y saber que no volvería a ser ya presidente de México.
El siguiente sexenio, agitado por uno de los terremotos más fuertes que ha sufrido el país y un mundial de futbol, le toco a Miguel de la Madrid quien tuvo un cierre más que desafortunado con las acusaciones de fraude electoral que se le hicieron tras los comicios de 1988, en los que, tras una caída del sistema, se declaró como ganador a Carlos Salinas de Gortari.
Durante el último Informe de Gobierno del presidente De la Madrid, varios diputados de la oposición recriminaron al mandatario por los resultados de la elección, donde presumiblemente había vencido Cuauhtémoc Cárdenas.
Con boletas en la mano, diputados mostraron su rechazo al titular del Ejecutivo, mientras que el candidato afectado daba un discurso en otra parte, exigiendo que De la Madrid diga la verdad de lo ocurrido. Hasta el día de hoy la “caída del sistema” no ha sido esclarecida del todo.
En el siglo actual, el Informe de Gobierno también ha provocado varios momentos de confrontación y polémica. Uno de ellos fue protagonizado por Vicente Fox, quien en 2005 acudió a dar su informe en medio de abucheos, pero logró dar su Informe.
Muy distinto cuando, por los azares de la política, el 6 de septiembre de 2006, Vicente Fox Quesada, no pudo exponer su informe de gobierno en la Cámara de Diputados. La oposición tomó la máxima tribuna parlamentaria, acusándolo de ser cómplice de un fraude electoral que dio como ganador a Felipe Calderón. “Ante la actitud de un grupo de legisladores que hacen imposible la lectura del mensaje que hoy preparamos para esta ocasión, me retiro de este recinto”, enfatizó Vicente Fox.
“El Ejecutivo debe rendir cuentas a la nación, a través de los representantes, debe permitirse el diálogo, es decir, ya no hablemos del día del presidente, no hablemos del día sin el presidente, no hablemos del día contra el presidente, hablemos del día en el cual, con motivo, de un informe de actividades del ejecutivo federal podamos hablar del día de México en el cual se le rinden cuentas a México y en el cual se aceptan los cuestionamientos de los representantes del pueblo que realizan a la figura del Presidente de la República”, enfatizaba Andrés Manuel López Obrador en vísperas de su primer informe de gobierno; ahora toca el turno a su heredera política.
¿Ha cambiado la esencia de los informes d
e gobierno?… Quizá, solo quizá.
