El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, habla durante una conferencia de prensa en la oficina del primer ministro en Jerusalén, el 10 de agosto de 2025. Foto: AP

Jerusalén.- El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu afirmó el lunes que las fuerzas israelíes podrían comenzar a retirarse del territorio que ocupan en el sur de Líbano tras la “trascendental decisión” del gabinete libanés a principios de este mes de trabajar hacia el desarme del grupo político-paramilitar Hezbollah para finales de 2025.  

Netanyahu manifestó que si Líbano toma las medidas necesarias para desarmar a Hezbollah, entonces Israel responderá con medidas recíprocas, incluyendo una reducción gradual de la presencia militar israelí en el sur de Líbano.

Desde que la guerra entre Israel y Hezbollah terminó en noviembre de 2024 con un alto el fuego mediado por Estados Unidos, los líderes de Hezbollah han dicho que el grupo no hablará de su desarme hasta que Israel se retire de cinco colinas que controla dentro de Líbano y detenga los ataques aéreos casi diarios que han matado o herido a cientos de personas, la mayoría de ellos miembros de Hezbollah.

De momento no ha habido una respuesta de las autoridades libanesas a la declaración de Netanyahu.

Beirut está bajo presión de Estados Unidos para desarmar al grupo político-paramilitar, que recientemente libró una guerra de 14 meses con Israel y quedó gravemente debilitado, con muchos de sus líderes políticos y militares muertos.

El anuncio se produce tras una visita a Israel del enviado estadounidense Tom Barrack, quien intenta solidificar el alto el fuego y presionar a Líbano para avanzar con el desarme de Hezbollah.

Durante una visita a Líbano la semana pasada, Barrack dijo que “el gobierno libanés ha hecho su parte” y “ahora lo que necesitamos es que Israel cumpla con ese apretón de manos igualitario”.

Líbano necesita apoyo internacional para reconstruir después de la guerra del año pasado, que dejó grandes extensiones del sur y este del país en ruinas y causó daños estimados en 11.100 millones de dólares, según el Banco Mundial. Es probable que la ayuda internacional dependa del desarme de Hezbollah.

Sin embargo, el gobierno libanés debe actuar con cautela para evitar una explosión interna de disturbios. Naim Kassem, secretario general de Hezbollah, ha prometido luchar contra los esfuerzos para desarmar al grupo por la fuerza, sembrando temores de conflicto civil en el país.

Los líderes de Hezbollah han prometido no desarmarse, argumentando que la decisión del gobierno nacional de eliminar las armas del grupo respaldado por Irán para finales de año sirve a los intereses de Israel.

Israel ha acusado a Hezbollah de intentar reconstruir sus capacidades militares, y su ejército ha indicado que las cinco ubicaciones en Líbano proporcionan puntos de ventaja o están ubicadas frente a comunidades en el norte de Israel, donde unos 60.000 israelíes fueron desplazados durante la guerra.

Desde que la guerra terminó, Hezbollah ha retirado a la mayoría de sus combatientes y armas del área a lo largo de la frontera con Israel al sur del río Litani.

El acuerdo de alto el fuego no deja claro cómo deben tratarse las armas y las instalaciones militares de Hezbollah al norte del río Litani, diciendo que las autoridades libanesas deben desmantelar las instalaciones no autorizadas comenzando con el área al sur del río.

Hezbollah sostiene que el acuerdo sólo cubre el área al sur del Litani, pero Israel y Estados Unidos afirman que ordena el desarme del grupo en todo Líbano.

Un conflicto de baja intensidad entre Israel y Hezbollah comenzó un día después del ataque liderado por Hamás contra Israel desde Gaza el 7 de octubre de 2023, cuando Hezbollah comenzó a lanzar cohetes a través de la frontera en apoyo de su aliado palestino. El conflicto escaló a una guerra en septiembre de 2024 y dejó más de 4.000 muertos.

JRL 

 

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