Alfred Charles Crowle, nacido en Inglaterra, llegó junto con sus padres a Pachuca, Hidalgo, probablemente en 1904; donde su padre encontró trabajo como minero.
Crowle se desempeño como técnico en minería, aprovechando las facilidades que el general Porfirio Díaz otorgó a las empresas inglesas que desearan invertir en el país.
Como pasatiempo, los ingleses practicaban el futbol, cuya afición se fue extendiendo conforme la migración aumentaba, llegando a formarse clubes de manera regular. Alfred C. Crowle sería uno de los fundadores del Pachuca Athletic Club.
Una de sus primeras grandes aportaciones, fue el traer las reglas de juego al país, mérito que comparte con otro par de leyendas: Percy Clifford y Robert J. Blackmoore.
Alfred comenzó a jugar al fútbol en un equipo de niños a los trece años, equipo que funcionaba como formador de jóvenes para el equipo de Pachuca.
Durante los comienzos de la Revolución Mexicana fue detenido por un retén zapatista, junto con su compañero Fred Williams al dirigirse a un partido en la ciudad de México, apunto de ser fusilados por “gringos”, demostraron que se dedicaban a jugar al fútbol enseñando su uniforme y sus tachones de juego.
Los zapatistas los soltaron muy adentro de la sierra, con la ayuda de unos campesinos lograron encaminarse rumbo a Pachuca, tardando seis días en llegar a pie. Lo primero que preguntó Alfred fue el resultado del partido.
Alfred C. Crowle llego a ser entrenador de la Selección Mexicana de Fútbol. Para el año 1935, Crowle comandó a la selección mexicana que ganó el título de los Juegos Centroamericanos, realizados en El Salvador. Primera conquista mexicana internacional en futbol.
Una de las mas grandes leyendas del futbol mexicano, es sin duda Alfred C. Crowle, quien tendría una gran relevancia en la formación del balonpié mexicano.
Tras alcanzar un campeonato de liga y dos títulos como campeón goleador, Crowle se retiraría del futbol, enfocando sus esfuerzos en enseñar a los jóvenes nacionales los secretos del juego.
Bajo la dirección de Alfred C Crowle, de peculiar estilo por cierto, el Club América potencio sus fuerzas básicas, dejando la semilla para la aparición de muchas figuras.
Posteriormente marcaría época dirigiendo al Necaxa, convirtiéndose en el auténtico creador de “los once hermanos”.
Alfred C. Crowle se mantendría ligado al futbol nacional durante muchos años, cooperando en la formación de entrenadores y árbitros, junto a sus amigos
ingleses.