Desde hace años, los datos estadísticos son alarmantes. Los embarazos en niñas guanajuatenses entre los 10 y los 14 años se han duplicado entre 2020 y 2024, pasando de 194 a 387 anuales. Es decir, durante ese lapso, más de millar y medio de niñas vieron interrumpida su adolescencia con la maternidad. Más de la mitad, un 53%, tuvo que abandonar sus estudios antes de completar la secundaria.
Casos de embarazo en menores de 15 años
Estado de Guanajuato, México.
- 2024 387
- 2023 295
- 2022 293
- 2021 277
- 2020 194
- 2019 165
En 2024, según cifras publicadas por la Secretaría de Salud Pública, casi 3.000 niñas menores de 16 años dieron a luz en el estado. La mayoría se concentra en León (698 casos); Irapuato (323); y Celaya (225). Al revisar el mapa por municipios, podría deducirse a priori una correlación entre las altas tasas de embarazo adolescente y las de violencia. Algo que obliga a preguntar cuánta violencia sexual se encuentra también implícita en estas estadísticas.
En respuesta, esta semana el gobierno estatal presentó, con su acostumbrado despliegue de medios algo tan pertinente como necesario: un “proyecto piloto con modelo de educación sexual para reducir el embarazo en las adolescencias”. Arrancaría en dos escuelas para ampliarse después a todo el sistema educativo. Esta acción, en alianza con una organización civil reconocida por su lucha de décadas en favor de los derechos reproductivos de las mujeres, Las Libres, sería aplaudida en cualquier país democrático, liberal y medianamente laico. No hay mejor forma de mitigar el problema que con el enfoque educativo e integral que esboza el proyecto.
Sin embargo, empoderadas por los recientes resultados en el congreso del estado contra la despenalización del aborto, voces conservadoras se alzan en contra la medida. Argumentan que el gobierno busca “introducir una ideología ajena a los valores de miles de familias guanajuatenses, sin el conocimiento ni el consentimiento de los padres de familia”. ¿Quiere esto decir que las niñas embarazadas llegaron a ese estado en acatamiento de los valores en su hogar?
El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) ha hecho hincapié en la necesidad en la educación desde edades tempranas y de incluir debates sobre la vida familiar, las relaciones, la cultura y los roles de género, así como abordar los derechos humanos, la igualdad de género, la autonomía corporal y las amenazas como la discriminación, el abuso sexual y la violencia. ¿Contradice todo esto los valores de las familias guanajuatenses?
El manifiesto, con tan febles argumentos, se esgrime a través de la plataforma activate.org.mx, algo parecido a un change.org religioso, pues todas sus acciones poseen este trasfondo. La página no publica información sobre quiénes son sus fundadores, miembros o propietarios. Tampoco rinde informes sobre la identidad de quiénes promueven sus campañas. Lo peor, piden donativos y con poco más de 600 seguidores o firmantes, también anónimos, es considerada una fuente lo suficientemente seria como para figurar en los titulares de diarios y portales de noticias estatales. ¿Siguen las bancadas de derecha o el gobierno del estado este tipo de itinerarios de tufo casi medieval?
La democracias cristianas occidentales superaron hace mucho tiempo la reticencia en contra de la educación en sexualidad. Por el bien de nuestros hijos y nietos es necesario continuar por esa senda para permitirle a nuestras jóvenes la posibilidad de elegir si desean y/o cuándo maternar. Recomiendo a los más recalcitrantes fanáticos leer Orientaciones técnicas internacionales sobre educación en sexualidad elaborado por la UNFPA, así como abrirse a un debate medianamente informado y tolerante.
Pero no sólo se trata de educación, la violencia contra las mujeres más vulnerables es también una ramificación de la violencia que masacra, extorsiona y desaparece gente en Guanajuato. Los hijos de estas madres violentadas corren el riesgo futuro de convertirse en el ejército de reserva de los grupos delincuenciales. Sólo actuando hoy con este tipo de programas podremos revertir esa tendencia.
Comentarios a mi correo electrónico: [email protected]
