“Es como decidir entre un Mercedes y un BMW, cualquiera de las dos opciones es excelente”.
Así le comenté hace ya algún tiempo a mi hermana Martha Eugenia que me preguntaba sobre una decisión que debía tomar mi sobrina Ana Paula.
Te platico.
Ana Paula estudia computación (computer science) en la Universidad de Texas en Austin, una institución educativa de gran prestigio. Aparte le va bien en su carrera.
Hombre, le va tan bien que consiguió un trabajo de verano (internship) muy codiciado con una empresa del Valle del Silicio que emplea a 1,600 personas y tiene un valor de mercado de más de 20,000 millones de dólares.
Una chamba de lujo donde aprenderá muchísimo, donde quizá le ofrezcan empleo al terminar la carrera y que aparte paga muy, pero muy bien. No te digo cuánto para que no nos desanimemos en México. Pues sí, allá en Estados Unidos la paga es mucho más alta.
Pues resulta que le ofrecieron trabajo en la oficina de Seattle cuando ella prefería San Francisco. Por supuesto que aceptó… pero luego le avisaron que siempre sí podía irse a la ciudad del Golden Gate. Lo que ella decidiera.
¿A dónde ir?
¿Mercedes o BMW?
Ya quisiera cualquiera este tipo de opciones, ¿no crees?
Por eso mi consejo terminó siendo: realmente no importa, pero le recomiendo que una vez que decida, ya no lo vuelva a pensar.
Cuando las opciones son tan buenas el camino es claro: evalúa, decide… ¡y olvida la segunda alternativa!
Lo peor que puedes hacer es vivir en… y si hubiera.
El “hubiera” no existe. Lo que existe es el “es”.
Por lo tanto, exprime la opción que elegiste al máximo:
* Entiende lo que requieres para triunfar.
* Prepárate a conciencia.
* Desmenuza bien la tarea y prográmate.
* Manos a la obra, da kilos de 1,100 gramos.
Ah, que no se me olvide: deriva aprendizajes para el futuro. ¿Qué hiciste bien? ¿En qué te equivocaste? ¿Qué harías distinto la siguiente vez?
Ahora bien, la mayoría de las situaciones en la vida no involucrarán elegir entre Mercedes y BMW.
La realidad, por lo general, es más dura y las opciones no son tan excelentes.
Ahí el camino es el tradicional: analizar pros y contras de cada alternativa, medir fuerzas, decidir, iniciar y, clave, ajustar en el camino.
El tiempo y la profundidad del proceso de decisión depende del peso de la misma. En términos generales se debe tener más cuidado:
* En asuntos clave. Ejemplo, cambiar de trabajo o de ciudad.
* En cosas que involucren fuertes cantidades de plata. Ejemplo: inversión en un bien raíz.
* Cuando echarse para atrás sea difícil. Ejemplo: ponerse un tatuaje.
Excelente, ojalá te sirvan.
Repasemos algunos consejos para tomar buenas decisiones.
Empecemos con 4 del Lifehacker:
1. Pretende que se aconseja a un amigo. Para eliminar el aspecto emocional de decidir.
2. Limita la cantidad de información a considerar. Cuidado con suponer que “más datos = mejor decisión”. Toma rápido las decisiones pequeñas.
3. Adopta la postura del “contreras”. Ve en nuestros sitios un simpático video de Seinfeld sobre el tema.
4. Usa una hoja de cálculo. La estructura del Excel ayuda a enlistar pros y contras, a ponderar, a hacer árboles de decisiones.
Revisemos 6 pasos lógicos para tomar mejores decisiones según un artículo de Forbes del consultor Mike Myatt:
a) Analiza la situación. Motivos, urgencia, impacto e información disponible (datos, investigación, opiniones, etc.).
b) Rebota la decisión. O por lo menos piensa en el impacto que tendrá en diversos grupos.
c) Ejecuta análisis costo/beneficio y riesgos/recompensa.
d) Evalúa si es la decisión “correcta”. Ojo, no la popular.
e) Toma la decisión. Ojo con la parálisis por análisis.
f) Ten un plan de contingencia. Escenarios y alternativas.
Cierro con un tip final práctico que alguien me compartió hace tiempo: toma la decisión y “duerme” con ella. Si pasas una noche tranquila, seguro es la decisión correcta. Si no, quizá te equivocaste.
Vivir es decidir.
Y decidir bien nos llevará a un mejor destino.
¡Suerte en el trayecto!
En pocas palabras…
“Las decisiones las toman los que están presentes”.
Aaron Sorkin, escritor estadounidense.
Twitter: @jorgemelendez
