Qué difícil es retener los nombres entre tantos corruptos políticos, de los de antes y los de ahora, de los responsables del huachicol, de los que están presos en Estados Unidos, de los que andan sueltos, de los capos del crimen organizado y ahora de los banqueros de cuello blanco, ¡¡¡como Alfonso Romo!!! ¡Cuántos nombres, cuánta corrupción y cuánta impunidad! Por eso roban estos ladrones, ¡¡¡roban a sabiendas que en este país reina la impunidad!!! Todos se cubren, todos están implicados y todos tienen cola que les pisen.
No sé dónde leí que Claudia Sheinbaum estaba hecha bolas… Oh my God, ¿la presidenta de nuestro país hecha bolas en medio de tantos problemas? ¡¡¡De hecho todos los y las mexicanas estamos hechos bolas!!! ¿Somos entonces un país “boludo” como dicen los argentinos? (Necio o estúpido. Aplicado a persona, usado también como sustantivo. Wikipedia). ¿Qué hacer entonces para entender nuestra realidad y la del mundo? Porque hay que decir que los mandatarios de otros países también están hechos bolas.
¡El que sin duda no está hecho bolas es el senador por el PAN, Ricardo Anaya! Sus palabras en contra de la Ley Censura son la pura y absoluta verdad. Su discurso era impecable, sin equivocarse y dicho con toda la contundencia que se requería en esos momentos. Lo he escuchado varias veces, y entre más lo hago, más coincido con el senador. “Lo denunciamos, era la ley censura y la ley censura se queda y por eso nuestro voto será en contra”, decía el senador con todas sus letras al referirse a la Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión. La ahora llamada la “Ley Espía” (título como de serie de televisión) intenta espiar la ubicación de los ciudadanos, que si vas al súper, a la farmacia, a recoger a tus hijos al colegio, a la gasolinera, al banco, a ver una amiga, etcétera. Por añadidura, “esta ley le va a poner una pistola en la cabeza a las televisoras y a los radiodifusores para que no publiquen lo que al régimen le incomoda”. Así empezó Venezuela. Así empiezan las dictaduras y los gobiernos totalitarios.
Y qué más, Ricardo, dinos qué más encontraste en esas reformas tan extrañas de la 4T, que nos quiere dar atole con el dedo. Qué otras mentiras encontraste en ese documento, hecho al vapor y entregado al Senado a las once de la noche. Sigue denunciando a este gobierno tan mentiroso y manipulador. Yo sí te creo, Ricardo. Como decía mi cuñado francés que en paz descanse: “De todos los políticos mexicanos, es el más inteligente”. Te estamos escuchando, Ricardo. “Nos dijeron que parecía sensato el planteamiento, pero ganó la vena autoritaria. Pudo más la vena autoritaria, pudo más el impulso de decir, aquí nosotros, sin orden judicial, queremos saber en tiempo real dónde están los ciudadanos”, apuntaba Anaya desde el fondo de su corazón.
No, no hay que dejar que gane la vena autoritaria de la 4T. Tenemos que reaccionar y unirnos, de lo contrario será demasiado tarde. Pero qué bueno que la sociedad civil reaccionó junto con el PAN, y finalmente se retiró el artículo 109 que “daba poder a una persona de bloquear plataformas digitales, el artículo 56, 57 y 58 que contenía violaciones flagrantes al capítulo 18 del Tratado de Libre Comercio y el 201 y 202 que censuraban noticiarios”. Y todo lo anterior fue gracias a que tú sí leíste el documento, lo leíste hasta la madrugada. Estudiaste artículo por artículo y denunciaste estas atrocidades, junto con el PAN. “Señalamos que el artículo 109 le iba a dar el poder en este país a una persona, fíjense nada más a una persona, de bloquear las plataformas digitales, de bloquear tu cuenta de Facebook, de Twitter, de Instagram, tu canal de YouTube y nos dijeron que estábamos magnificando, que eso era falso, que la magnificación era mentira”.
Cuanta razón tenías, querido Ricardo, finalmente corrigieron los artículos 201 y 202, ya no se requiere autorización por escrito de la Secretaría de Gobernación para que pueda transmitirse un noticiario de una cadena extranjera (qué felicidad, yo que soy adicta al CNN). Pero lo más importante de todo fue la denuncia. Como bien dijiste tú, Ricardo Anaya, en el Senado: “Era verdaderamente demencial darle a un individuo el poder de otorgar concesiones para revocar las concesiones”.
Ricardo, a ver cómo le hacemos, pero la sociedad civil, junto con el PAN o bien otro partido que inaugures, te tiene que llevar a la Presidencia en las próximas elecciones presidenciales.
