Por: Luz Itzel Mendo González *

Desde que protesté al cargo como representante en el Congreso del Estado de Guanajuato, asumí la responsabilidad de ser la voz de los guanajuatenses que confiaron en mi proyecto, y a la vez siempre he tenido la firme convicción de defender los intereses, necesidades y exigencias de las y los ciudadanos del Distrito 17 Apaseo el Grande, Comonfort, Santa Cruz de Juventino Rosas, 

Como mujer, ciudadana, madre, y como representante de quienes me dieron su confianza, me pronuncié y voté sobre la iniciativa que proponía la despenalización del aborto acontecida dentro de las primeras doce semanas de gestación, la consecuencia no era eliminar el delito de aborto por completo, sino establecer que ninguna mujer que tome esa difícil decisión sea sancionada si lo llegase a hacer en sus primeros tres meses de embarazo. 

El pasado cinco de junio, cambié mi postura y tomé una decisión, basada en la razón, en mis convicciones, pero sobre todo en el sentir de la mayoría de mi Distrito, me mantengo firme y con la frente en alto y asumo con responsabilidad mi decisión, la que ha tenido como consecuencia comentarios de crueldad en mi contra, violencia, odio e intolerancia e incluso violencia por parte de mujeres que se dicen defensoras de los derechos de las mujeres, pero que son incapaces de respetar el derecho de una mujer a expresarse, votar y tomar sus propias decisiones.

Estoy convencida de que los derechos de todos los guanajuatenses que están en nuestras leyes deben de ser garantizados y respetados, y el primer derecho que podemos ejercer en nuestro estado, que consagra nuestra constitución, es la VIDA.

Estoy segura de que terminar con la vida de alguien más, NO es un derecho. No estoy de acuerdo en que se normalice el aborto como política pública.

Soy consciente que mi decisión se contrapone a la postura y forma de pensar de una parte de la sociedad, pero mi conciencia está en paz y tranquila, sabiendo que en Guanajuato no hay mujeres en prisión por abortar. Y más aún tenemos la certeza jurídica de que ninguna mujer será encarcelada por tomar esa decisión. 

Agradezco al Partido Verde Ecologista de México, por respetar mi decisión a votar libremente sobre este tema, pero sobre todo por su respaldo en la decisión que tomé, por lo cual me hace sentir más orgullosa de pertenecer a este partido.

Agradezco de manera especial, el apoyo de la gente, de la ciudadanía de Guanajuato que desde muy temprano estuvo de manera incansable afuera del Congreso apoyándonos a todas mis compañeras y compañeros diputados de la fracción parlamentaria del PAN, a la diputada María del Pilar Gómez Enríquez del PRD y a la diputada Rocío Cervantes Barba del PRI que conjuntamente decidimos votar a favor de la VIDA.

El Congreso en Guanajuato, llevó a cabo un proceso legislativo democrático, donde todas las voces fueron escuchadas y se decidió a partir de la visión y perspectiva de 36 legisladores, no solo de la mía.

La toma de decisiones, es un derecho fundamental que debe ser respetado, es por ello que en todo momento he sido y seguiré siendo respetuosa de quienes no coincidan con las razones de mis decisiones, me definí por GUANAJUATO, hoy me defino por las MUJERES. Hoy me defino por la VIDA y lo seguiré haciendo. 

* Diputada local por el Partido Verde Ecologista.

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