Amaneció con el cielo encapotado y un silencio inusual en el fraccionamiento Los Tuzos, en Mineral de la Reforma. La noche previa trajo sorpresa, incertidumbre, temor y agua, mucha agua.

Las calles, que en un día cualquiera son transitadas por niños de camino a la escuela y vecinos rumbo al trabajo, este martes amanecieron cubiertas de lodo, escombros y el recuerdo vivo de una noche caótica.

La calle de Los Mineros, considerada la zona cero, muestra las huellas más profundas de la inundación: marcas en las paredes que indican hasta dónde subió el agua y muebles apilados en las aceras, inservibles tras haber sido sumergidos.

“CADA VEZ PEOR”

Los habitantes, con rostros de desagrado y enojo, trabajan sin descanso para limpiar sus hogares. Con escobas, palas y cubetas, intentan devolver algo de normalidad a sus vidas.

“No es la primera vez que pasa, pero cada vez es peor”, comenta doña María, vecina de la calle Pisos, mientras barre el lodo de su sala.

La situación se repite calle tras calle. Aunque el nivel del agua ha descendido en las zonas aledañas, el daño ya está hecho.

Una de las afectaciones más sensibles es la suspensión de clases en la escuela primaria del fraccionamiento. Las aulas, que deberían estar llenas de risas y aprendizaje, están vacías y húmedas, con pupitres amontonados para evitar que el agua los dañe aún más.

MÁS DE 300 CASAS CON DAÑOS GRAVES

De acuerdo con datos oficiales, 315 casas presentan daños severos y otras 155 tienen afectaciones menores, según confirmó el presidente municipal Eduardo Medécigo Rubio, quien aseguró que atienden la contingencia y resguardan la integridad de la población.

La operación para extraer el agua ha sido complicada por las condiciones del terreno, pero ya se realizan trabajos con mangueras especiales para continuar el bombeo y restablecer la normalidad lo antes posible.

Además, el Sistema DIF municipal, habilitó el Cemart (Centro Mineralense de las Artes) como albergue para damnificados.

PREOCUPACIÓN PERSISTE

Los trabajos continúan, sin embargo, pobladores esperan que esta tarde no llueva, pues de lo contrario prevén que vuelva el caos al fraccionamiento.

 

Mientras tanto, son los propios vecinos quienes se tienden la mano para dar apoyo con víveres para quienes resultaron más afectados por la inundación.

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