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Pues como dice Julio Menchaca: “¡que no coman ansias!” Aún falta camino para el 2028, y el llamado es claro: respetar las reglas internas, mantener la calma y no adelantarse antes de tiempo. Después de todo, en Morena ya advirtieron que los actos anticipados no solo desordenan el proceso, ¡sino que hasta podrían costarles la candidatura! Más vale ir con disciplina, porque aquí el que se precipita, tropieza.

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A pesar del complicado panorama nacional, Hidalgo logró crecer 2.7 por ciento en empleo formal en abril, colocándose entre los estados líderes en generación laboral. Este avance, aunque positivo, invita a reconocer los esfuerzos locales, pero también a mantener una mirada crítica sobre los desafíos estructurales que persisten. Es un resultado alentador que debe consolidarse para sostener un verdadero desarrollo económico inclusivo.

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Dicen que en Tulancingo el servicio de limpias no funciona, y aunque han comprado más camiones para recolectar basura, parece que los desperdicios siempre encuentran cómo escapar: ahí están, adornando camellones, jardineras y banquetas como si fueran parte del paisaje urbano. Al final, no solo es cuestión de camiones, sino también de cultura ciudadana; porque por más unidades que se compren, si seguimos tirando basura por todos lados, ni el mejor sistema de recolección podrá con el reto.

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Parece que en Morena Tulancingo las reuniones son más de fotos que de acuerdos, porque aunque llevan tres años intentando armar un plan para que los fundadores se queden con las candidaturas, la realidad es que siguen hechos bolas. Se citan, llegan pocos, y los que llegan ni siquiera logran ponerse de acuerdo. Al paso que van, el reto no será solo diseñar el plan, sino lograr que todos jalen parejo antes de que los tiempos políticos los alcancen.

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¡Vaya que urge poner orden en la línea Tizayuca! No es el primer accidente que vemos en Hidalgo, Estado de México y Ciudad de México, y esta última tragedia en Martín Carrera lo deja claro: falla mecánica, documentos irregulares y víctimas inocentes. Más allá de buscar culpables inmediatos, es momento de revisar a fondo esta ruta, sus unidades, sus conductores y sus permisos. Porque no podemos esperar a que cada semáforo se convierta en un lugar de peligro para peatones y pasajeros.

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