Por Juan Jáuregui Jiménez
La democracia es el peor sistema de gobierno, a excepción de todos los demás.
Winston Churchill
La democracia como la forma perfecta y natural de gobierno para los seres humanos fue uno de las creencias erróneas de mi educación infantil y juvenil. En la escuela primaria todos los lunes las actividades iniciaban con los “Honores a la bandera”, durante los cuales se leían pequeños textos que encendían el patriotismo por nuestra gran nación, México, y se declamaban poemas inspiradores como Suave Patria. El proceso de programación cívica continuó durante la secundaria y la preparatoria, lo que me convirtió en un joven mexicano patriota convencido que México era una democracia.
Ya desde el principio de mis estudios universitarios de Filosofía, ese patriotismo inocente se desinfló y la fe en la democracia se convirtió en desilusión. Llegué a la increíble conclusión que la democracia como sistema de gobierno, había sido un sistema novedoso, exótico y raro en la historia humana.
Karl Popper definió la democracia contraponiéndola con la dictadura o tiranía, enfocándose en las oportunidades que la gente busca para controlar a sus líderes y, en su caso, deponerlos sin necesidad de una revolución. En general parece existir un consenso entre los estudiosos del tema que la democracia se define como un sistema político en el que los gobernantes de una sociedad son elegidos por ciudadanos iguales ante la sociedad, con el fin de que las decisiones de aquellos sean benéficas para la sociedad en general.
La democracia, en la historia de la humanidad, ha fracasado finalmente después de algún tiempo en los cinco principales intentos de algunas naciones que han querido llevarla a la práctica. La democracia ateniense buscó de diferentes maneras por trescientos años lograr que un poder político (kratos) sin reyes fuera benéfico para los demos (pueblos) que componían su sociedad. Pero terminó engullida en el siglo IV antes de la era cristiana por el Imperio de Alejandro el Grande, hijo de Filipo II, rey de Macedonia.
La Respública (sic) Romana después de cerca de quinientos años de exploraciones políticas, terminó en el Imperio Romano de Occidente que duró otros quinientos años.
La democracia británica iniciada con la firma de la Carta Magna el año 1215 por el rey Juan Sin Tierra, se fue liberando del poder absoluto de los reyes, hasta que en el Siglo XVI el autoritarismo de Enrique VIII y de su hija Elizabeth I, llevó a los ingleses a la institucionalización del Parlamento Inglés como un organismo permanente que vigilara y limitara el poder de los reyes. De hecho Carlos I fue juzgado, declarado culpable de tiranía y decapitado por decisión del Parlamento en 1649. Los siguientes diez años Inglaterra se convirtió brevemente en república. Luego volvió a la monarquía, y en la segunda mitad del Siglo XIX, se convirtió en el imperio más extenso en territorio de toda la historia de la humanidad, el Imperio Británico gobernado por la reina Victoria.
Los habitantes de las 13 colonias británicas de América del Norte, en 1776 se adelantaron por 13 años a los europeos en la formación de la primera democracia de la edad moderna, los Estados Unidos de América. Desde entonces este país había presumido con orgullo ser una verdadera y exitosa democracia.
Francia pretendió acabar con la monarquía que la había gobernado por mil años con la inmisericorde Revolución Francesa que a partir de1789, en cuatro años, no solamente llevó a la guillotina al rey Luis VI y a su esposa María Antonieta, sino que terminó asesinando a todos los principales revolucionarios que habían iniciado la revolución. Y ese intento europeo por la democracia terminó rápidamente15 años después cuando Napoleón Bonaparte en 1804 se convirtió en Emperador de Francia después de una consulta al pueblo francés.
¿Y cómo va la democracia el día de hoy? El Índice de la Democracia 2024, (Democracy Index 2024) publicado cada año en Londres desde el 2006 por la Unidad de Inteligencia Económica (EIU) del Grupo Economista (The Economist Group) fundado en 1843, expone que ese índice de democracia a nivel mundial ha disminuido de 5.52 en 2006 a 5.17 en 2024 en la escala del 1 al 10 integrada por un promedio de 5 categorías de 60 variables. El estudio recaba datos de 167 países, y reporta que sólo cerca de 500 millones de personas de 25 países (6% de 8,200 millones seres humanos que habitamos el planeta) viven hoy bajó un régimen de democracia; 39% (3,200 millones) viven en democracias defectuosas, 15% en regímenes híbridos (1,300 millones), entre los que está México con un índice de 5.32 en el lugar 83 de 167, y finalmente 40% (3,300 millones) viven en regímenes autoritarios, entre los que están Rusia (2.03, lugar 150, 145 millones de habitantes) y China (2.11, lugar 145, 1,417 millones de habitantes). Estados Unidos con índice 7.85 y 347millones de habitantes, e India con índice 7.29 y 1,450 millones de habitantes, están considerados como democracias defectuosas en el número 28 y 41 respectivamente.
Putin en Rusia y Xi Jinping en China han sido “democráticamente” nombrados gobernantes vitalicios. Y Trump ha mencionado que, aunque tuviera que cambiar la Constitución, está ya pensando en un tercer período presidencial. ¿Va la democracia de Estados Unidos en un nuevo fracaso de la democracia a terminar también en dictadura?
