Con dolor, diversos gritos y muchos momentos de reflexión, es como vivieron los ciudadanos este paso de Cristo cargando la cruz, en un evento que comenzó minutos después de las 11 de la mañana en la parroquia de la Virgen del Rosario.. Foto: Javier Vargas.

Con información de Alejandro García, María José Soto, Eribaldo Gutiérrez y Jansel Jiménez.

Guanajuato.- Miles de ciudadanos católicos de Moroleón observaron, desde sus domicilios, el paso de las tradicionales tres caídas por las principales calles de la ciudad, mientras que otros cientos de feligreses siguieron a Jesús en este recorrido, que es una de las tradiciones más importantes.

Con dolor, diversos gritos y muchos momentos de reflexión, es como vivieron los ciudadanos este paso de Cristo cargando la cruz, en un evento que comenzó minutos después de las 11 de la mañana en la parroquia de la Virgen del Rosario.

Es un día de mucho dolor y de pensar que Jesús se sacrificó para pagar todos nuestros pecados, es como ver lo que pasó en esos tiempos, se siente muy feo ver cómo le pegan, cómo lleva cargando la cruz, cómo se burlan de él, es actuado, pero muchos sentimos el dolor que él sintió”, comentó Irene Morales, asistente al viacrucis.

Durante todo el recorrido se estuvieron realizando representaciones de las 14 conocidas estaciones, con momentos clave del suceso: desde que es condenado a muerte, hasta que es sepultado, mismos que los ciudadanos aprovecharon para grabar con sus celulares y recordar estos momentos de reflexión.

“Solo una vez al año se puede ver esto, los actores son muy buenos y hacen sentir a la gente parte de la obra. Es algo bonito, pero a la vez triste que nos hace recordar que gracias a Jesús estamos aquí y sin él otra cosa sería el mundo. Grabé unos videos para enseñárselos a mis nietos y sepan de esta historia de Dios”, manifestó Beatriz Tinoco, ciudadana.

Muchos motociclistas, que se detuvieron unos minutos, debido al paso de la representación del Vacrucis, observaron con admiración el paso de los más de 35 participantes en este evento religioso, quienes también aprovecharon para grabar, tomar fotografías o simplemente hacer una oración.

“Ahí va su salvador, su falso profeta, ayúdenlo”, “abrid paso a Jesús, al nazareno, al falso profeta, al manipulador, al hechicero”, “dices que eres un rey, entonces haz un milagro y sálvate”, fueron algunos de los gritos que se escucharon durante todo el recorrido que se extendió poco más de tres horas.

También algunos ciudadanos hicieron lo propio gritando “déjenlo en paz”, “ya no le peguen”, “no saben lo que hacen”, creando un ambiente de total inmersión en la representación que pese al intenso calor no perdió su esencia en ningún momento.

Finalmente, Omar Guzmán Pérez, quien por cuarto año consecutivo representó a Jesús, llegó a las afueras del Templo del Tepeyac para representar la crucifixión, junto con los ladrones Dimas y Gestas.

Así se vivió el Viacrucis en Moroleón

Salamanca

“Haz un milagro y sálvate, falso profeta… Dices que vienes a salvar al mundo y no puedes ni salvarte a ti mismo”… Gritaban los soldados antes de azotar a Jesús que ensangrentado y jadeando de cansancio cargaba la cruz.

Como cada año, el grupo San Felipe de Jesús llevó a cabo la tradicional escenificación del Viacrucis, una representación solemne de los momentos más dolorosos que vivió Jesucristo desde su captura hasta su crucifixión y muerte.

La puesta en escena incluyó las 14 estaciones del Viacrucis, iniciando con la condena a muerte de Jesús y culminando con su crucifixión. Los asistentes acompañaron el recorrido con respeto y devoción, rememorando las tres caídas y otros pasajes de la “Vía Dolorosa” como el encuentro de Jesús con su madre, la ayuda del Cirineo, y el gesto de la Verónica al limpiar su rostro.

El evento no solo fue una expresión de fe, sino también una manifestación de comunidad y tradición que une a los participantes y espectadores en una reflexión espiritual profunda.

Tradición de fe

Piedad Oros, es una mujer de la tercera edad que, desde hace muchos años, acude a presenciar el Viacrucis Viviente. Esta vez, el dolor que siente en sus piernas al dar cada paso no le permitió acompañar a Jesús caminando en el “Camino de la Cruz”, pero hizo el recorrido en una silla de ruedas que era impulsada por su hija Alma Lilia Téllez.

“Nos gusta venir, porque es recordar cómo Jesús murió por nosotros, cómo fue su dolor y cómo nosotros debemos valorar ese sacrificio y esa muestra de amor que ofrendó por nuestra salvación. Debemos reflexionar y procurar ser mejores personas”, comentó la señora Piedad Oros.

Cada personaje, una trinchera

Samuel Belibeth, es “El Judío Errante” que negó agua, descanso y asiento al sediento y cansado Jesús durante su camino al calvario, por lo que Dios, como castigo, lo condenó a la vida eterna.

Este personaje lo encarna en el Viacrucis Viviente Luis Ángel Plaza Pacheco, quien desde esta trinchera vive con emoción y fervor la rememoración de la pasión y muerte de Jesucristo. 

“Los Viacrucis son una tradición de antaño en mi familia, por mi padre y mis abuelos. Para participar, todos escogemos un camino y a mí me gustó hacer este personaje desde que me lo ofrecieron hace muchos años. Es importante que, desde la fe, la devoción y como personas y como seres humanos experimentar y transmitir a la gente lo que en aquel tiempo pasó y padeció Dios Nuestro Señor”, señaló quien encarna a Samuel Belibeth.

Así fue el Viacrucis en Salamanca

Desde hace 13 años que personifica a Jesús

José Guadalupe Molina. Foto: Alejandro García Vizcaíno.

Desde hace 13 años, José Guadalupe Molina, personifica a Jesús de Nazareth en el Viacrucis Viviente. El hombre de 33 años afronta este compromiso sin ningún tipo de preparación física, su fe en Dios es la fortaleza que le permite soportar los azotes y sobreponerse al cansancio cuando va cargando la Cruz.

La fe en mi padre, él me da la fortaleza y es todo lo que necesito para poder soportar todo esto (…) Yo esto lo dedico a los enfermos, a los que están en la cárcel, a todos los que en este momento tienen alguna pena o necesidad”, comentó José Guadalupe, al concluir el Viacrucis Viviente.

Cada azote, cada golpe, cada que su rostro era escupido y cada que la sentía que las fuerzas lo abandonan, Jesús encarnaba con más fervor y devoción el papel de Jesús, en su mente únicamente había un pensamiento: levantarse de las 3 caídas y cargar la cruz hasta el final. 

“Ayúdame, por caridad, a llevar la cruz, su enorme peso me apostra y las fuerzas me abandonan” es lo que le digo a Dios cuando camino y siento los azotes en mi espalda, dijo el hombre que personifica a Jesús de Nazareth.

Tras haber recorrido más de 4 kilómetros cargando la cruz y dejado atrás la escenificación de las 14 estaciones del Viacrucis, José Guadalupe rememoró las palabras de Jesús antes de morir “padre mío, ¿por me has abandonado?… Todo está cumplido… todo está consumado… Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.

Con la espalda amoratada y escurriéndole algunos hilos de sangre, con el cuerpo adormecido por el dolor, con la voz quebrantada por el cansancio, José Guadalupe Molina, se pone de rodillas ante el altar del Templo de San Agustín para dar gracias, porque terminó una representación más de Jesús en su camino al calvario. Con la emoción a flor de piel, asegura que, mientras Dios le permita tener vida, seguirá representando el papel de Jesús de Nazareth.

Es muy bonito hacer este papel, es muy duro, es mucho sufrimiento, pero siento una cercanía muy grande con mi padre Dios”.

Celaya

Minutos antes del mediodía comenzaron los juicios ante los tribunales del Sanedrín, Herodes y Poncio Pilato, donde finalmente se decidiría el destino de Jesús de Nazaret, no en Jerusalén, sino en el Barrio de San Miguel, en Celaya. 

Estas fueron las escenas previas al Viacrucis, el camino doloroso compuesto por 14 estaciones de la Pasión, Muerte y Sepultura de quien las autoridades judías no quisieron aceptar como su mesías. Todo se desarrolló en paz, pese a que horas antes, en la noche del Jueves Santo, durante la escenificación de la Última Cena, ocurrió en el barrio un ataque armado con saldo de una mujer fallecida y un hombre herido

Sin temores, alrededor de mil personas presenciaron esta representación en el atrio del templo de San Miguel Arcángel y calles aledañas. Entre los cuales destacó Juan Antonio Guerrero, artesano, quien no solamente ofrecía a 30 pesos sombrillas de cartón, sino que también ponía atención en los diálogos de los actores.

Se venden unas 100 sombrillas en este día, son para cubrirse del Sol en el Vía Crucis, y aunque es una representación, de todos modos hace un gran sacrificio ese pobre hombre”, dijo Juan Antonio, mientras miraba cómo era maltratado el actor que representó a Cristo. 

Entre latigazos de los centuriones y burlas de los fariseos, el Nazareno caminaba con la cruz a cuestas por las calles de San Miguel. A unos metros de distancia lo sigue Miriam Mancera, vestida con velo color morado, quien interpreta a una de las mujeres piadosas que le acompañaron hasta el final, junto con la Virgen María y el apóstol San Juan. 

Cuenta que se preparó con dos meses y medio de antelación para interpretar dignamente al personaje, al cual también le ha dado vida en años anteriores. 

A nadie se obliga a participar en la representación, todos estamos aquí por amor al arte, por el compañerismo, la ilusión y el deseo de ofrecerle a Dios este sacrificio en compensación por los errores del pasado”, afirmó.

Las 14 estaciones fueron recorridas en un trayecto de aproximadamente un kilómetro, en el cual niños menores de 6 años de edad, sentados en los hombros de sus padres, veían asombrados cómo jaloneaban y empujaban sin piedad a quien 33 años antes había nacido en una gruta de Belén.

De igual modo, señoras mayores de 70 años salían a los zaguanes de sus casas para observar devotamente la procesión. Les hubiera gustado seguir a pie el Viacrucis, pero la motricidad limitada lo impidió. 

Entre los participantes, se encontraba Elías Flores, vendedor de bolis, hielo saborizado en bolsa, muy solicitado por los feligreses para hidratarse y mitigar el calor. Al preguntarle si también se unía a las intenciones religiosas del Viacrucis, dijo que no, porque su creencia era otra. 

Cada quien tiene su forma de seguir a Dios, y yo no soy católico, soy cristiano, pero aquí ando vendiendo, tengo que hacerle la lucha un rato”, concluyó.

Así fue el Viacrucis en Celaya

‘Sé que me van a pegar duro’ Abad Rodríguez, quien interpreta a Jesús

Abad ya ha interpretado a Jesús en años anteriores. Foto: Jansel Jiménez.

Después de que el Sanedrín lo juzgara de blasfemo y Poncio Pilato lo encontrara culpable de subversión, Jesús de Nazaret, interpretado por Abad Rodríguez, tomó su cruz rumbo al Gólgota, en la representación del Viacrucis, en el barrio de San Miguel, en Celaya.

Aunque su mirada es apacible, su respiración ya se percibe agitada, y no es para menos, pues ha sido intensa y muy realista su actuación, en la cual ya ha sido latigueado por los centuriones romanos. 

Con la cruz sobre los hombros y a punto de iniciar el camino hacia la muerte, afirma que se encuentra listo para cumplir con la misión para la cual entrenó con un año de anticipación.

Para llegar a este momento, se sometió no sólo a rutinas en el gimnasio, sino también a largas jornadas de oración, reflexión y recogimiento.

La preparación fue física, mental y emocional, para soportar todo lo que conlleva esto, y ya sé a lo que vengo, sé que me van a pegar duro, por lo que hay que tener la concentración para no voltear ni reclamar cuando reciba los golpes, y hay que mantener la templanza para mantenerse en el personaje y que todo salga bien”, dijo.

Abad, de 33 años (la misma edad de Cristo cuando fue crucificado), ya ha interpretado al personaje en años anteriores, por lo cual ahora, según explica, nada más se trata de pulir aún más las escenas y los diálogos.

Respecto al sentido general del Viacrucis, el presbítero José Alfredo, del templo de San Miguel, dijo que la intención es que tanto los actores como los espectadores se percaten de que en los retos de la vida cotidiana se libra una batalla espiritual que solamente puede ganarse con las armas de la la humildad y el sacrificio.

Agregó que Dios es la única realidad, y está por encima de cualquier situación de inestabilidad política o social, por lo que hay que recurrir a Él para que, a través de su gracia, se encuentren las soluciones. 

Toda esta representación es para dar a entender que Dios siempre cuida y está en medio de su pueblo, y por medio de la cruz Dios vive y está presente aquí en Celaya”, aseveró.

Irapuato

La pasión de Cristo fue recreada en diferentes escenarios, uno de ellos el realizado por la iglesia Sagrado Corazón de Jesús, en donde a mediodía inició su viacrucis viviente, en la que decenas de feligreses participaron y reflexionaron sobre la muerte de Jesús.

Alrededor de mediodía, el recorrido que hizo el viacrucis dio inició en el templo ubicado en la colonia El Ranchito, siendo este uno de los más representativos en la zona, para el cual se sumaron personas que viven a los alrededores de la iglesia. 

El recorrido que hicieron fue en las calles de la colonia El Ranchito, donde fueron colocadas las 14 estaciones que relatan la crucifixión de Jesús, luego de haber sido entregado por Judas y llevado con dos delincuentes al monte del Calvario, donde fue crucificado. 

En el recorrido los feligreses mostraron su devoción, pues a pesar de estar a más de 30 grados centígrados hicieron todo el recorrido como se ensayó por semanas. 

El dolor de los hombres quienes interpretaron a Jesús y los delincuentes con los que fue crucificado, era evidente en sus rostros, el cansancio y la fatiga, así como el ardor en la piel por los constantes latigazos fueron parte del recorrido religioso. 

El evento culminó en las canchas de futbol de la colonia, donde frente a cientos de personas, el protagonista de la historia y el cual en su rostro mostraba notable cansancio y fatiga, fue elevado en la cruz, junto a dos hombres más. 

Este momento hizo que las personas se estremecieran, pues al ver la actuación de las personas, quedaron inmutados por algunos segundos para después hacer oración con el padre de la iglesia que organizó la puesta. 

El ser parte de una bonita tradición y continuar con ella, es por lo que varios de los personajes siguen siendo parte. Uno de los soldados comentó que él tiene 20 años siendo parte, pero antes participaba en el de la iglesia de San Juan Bosco. 

En cambio, el señor Juan Mario López, dijo que él hizo dos papeles en el Viacrucis, el de Barrabás y un ladrón, y este es su segundo año participando.

Apenas llevo dos años participando, empecé a participar en muchas cosas en la iglesia y cuando me invitaron lo acepté”, dijo. 

Describió su participación en el Viacrucis como algo muy importante y lo cual le causó poca fatiga, pero lo más fuerte de afrontar fueron los golpes que recibe por parte de sus compañeros, ya que estos son reales, para dotar de más dramatismo a la interpretación.

Así se vivió el Viacrucis en Irapuato

Guanajuato Capital

Más de 800 almas se reunieron con solemnidad en el Oratorio de San Felipe Neri, Templo de la Compañía, para celebrar la pasión y muerte de Cristo. Durante el sermón, el padre Omar Rangel dedicó un mensaje de fe a las madres buscadoras y rogó a Dios que reúna a las madres con sus hijos. 

Antes de las 10 de la mañana, el primer bloque de la Hermandad de Cargadores del Templo de la Compañía montó las andas a cuestas. Tres días antes, fueron al templo para decorar y preparar todo lo del viacrucis. 

Este es mi primer año que vengo aquí, siempre voy a Mellado, a San Sebastián, a diferentes lugares. Aquí se me hizo más bonito, ya pienso que lo que me queda de vida voy a venir aquí”, comentó Cristina Ramírez quien todo el tiempo acompañó la procesión con una vela. 

La misa solemne arrancó media hora después con la primera estación, la sentencia a muerte de Jesús. La imagen de Cristo recorrió el pasillo central y luego dio dos vueltas en los pasillos laterales del templo. 

“Es una tradición muy bonita que se conserva, en muchos lados ya no la hacen por falta de gente. Hay que confesarse uno, dar gracias por un año más en lo personal. Yo estoy muy agradecido con Dios por todo lo que nos da, la salud, trabajo y pues vengo a dar gracias, cuánta gente quisiera estar aquí y no puede”, relató Luis. 

Para la tercera estación, dedicada al encuentro de la Virgen María con Jesús en el camino al Calvario, el padre Omar Rangel dedicó el sermón a las madres buscadoras. Dijo que así como María, las buscadoras salen al encuentro de sus hijos cada día con fe y con palas, revuelven la tierra con la esperanza de encontrar sus restos.

Esas madres buscadoras son como María, ven a su hijo en el camino del dolor, lo buscan entre los escombros de un país roto y lo cargan en su corazón. Por eso es que cada uno de nosotros deberíamos arrodillarnos ante esas mujeres, porque ellas, sin saberlo, hace un Viacrucis todos los días y en cada paso… Muchos se preguntan: ¿dónde está Jesús cuando los hijos desaparecen? ¿Dónde está cuando una madre camina sola con una pala en el hombro? La respuesta, aunque dolorosa, es que Dios está ahí, en la madre que busca”, dijo el Padre en el sermón. 

Luis asiste, desde hace 48 años, a la Compañía, el Viernes Santo, para ser parte de la procesión. Para él es una tradición arraigada en su familia, pues su abuelo Andrés fue cargador y él siguió sus pasos. Siempre va a todas las misas especiales por la Semana Santa, pero es el viernes cuando dedica una plegaria a Dios en agradecimiento por las bendiciones recibidas en el año. 

Cada dos vueltas, los cargadores se reunían a los pies del altar para cambiar de turno entre principales y los valentilleros. Después llegaron los relevos en cada estación, los cargadores se distinguían con cilios de diferentes colores, negro, morado, azul, verde, rojo y rosa. Así hasta completar 800 cargadores hombre y 400 mujeres que llevan a la Virgen María.

Soy cargador desde hace 48 años, entré por la necesidad de estar cerca de Dios, me lo inculcaron mis abuelitos y mis papás. Físicamente trato de mantenerme para poder cargar y espiritualmente participo en la cuaresma, me confieso, hay que pedir y agradecer”, contó Raúl Vázquez López.

Así se vivió el Viacrucis en la capital

Andas datan de mediados del siglo pasado

Las andas usadas en el Viacrucis del Oratorio San Felipe Neri, Templo de la Compañía, datan de mediados del siglo pasado y han sido de las antiguas en la ciudad

J. Concepción González Betancourt, celador mayor de la Hermandad de Cargadores Templo de la Compañía, relató que las andas son de madera de pino y las utilizan para las procesiones o celebraciones religiosas importantes para la iglesia católica. Tal como lo es el viacrucis del Viernes Santo. 

Las anteriores decían que eran más anchas y que no salían a las calles, esas eran más antiguas, a mí ya no me tocaron. Luego las cambiaron por estas”, dijo el celador de la Hermandad de Cargadores Templo de la Compañía. 

Estas andas sustituyeron a las anteriores porque eran tan anchas que no cabían por las puertas del templo, así que fueron donadas a la Parroquia del Zangarro

En cada una de los lados de las andas están tallados los símbolos de la pasión de Cristo como, el santo grial usado por Jesús en la última cena para instituir el sacramento de la eucaristía, las cuerdas que amarraban a Jesús durante la noche en la cárcel, el gallo que cantó la tercera vez que Pedro negó a Jesús. 

También se aprecian el velo de la Verónica donde quedó plasmado el rostro de Cristo cuando lo enjuagó camino al calvario, los dados con los que los soldados romanos echaron a la suerte las vestiduras de Jesús, la cruz en la que fue crucificado Cristo; la jarra con hiel y vinagre y la escalera para bajar a Cristo de la cruz. 

Al menos dos días antes del Viernes Santo, la Hermandad de Cargadores Templo de la Compañía se da cita para limpiar, acomodar y adornar las andas para el viacrucis o representación de las tres caídas. 

Ese día, las andas ya completamente adornadas con los ramos de manzanilla, la luz y con las imágenes religiosas montadas, alcanzan un peso de casi una tonelada, según los cargadores.

San Francisco del Rincón

En un ambiente cargado de fervor y devoción, este Viernes Santo se llevó a cabo la representación del Viacrucis, caracterizada por vecinos de la colonia Cuauhtémoc y coordinada por la parroquia del Señor de la Salud, en San Francisco del Rincón.

Este evento congregó a cientos de fieles que recorrieron las calles de la colonia Cuauhtémoc para recordar la pasión y muerte de Jesucristo en un acto de mucho significado espiritual.

Entre los asistentes hubo una atmósfera cargada de muchas emociones y los presentes no pudieron contener sus reacciones al momento de presenciar los actos de la crucifixión.

Lourdes Gómez, espectadora del evento, nos compartió: “Al ver esto siento mucha injusticia por lo que le sucede a Nuestro Señor. Pero a la vez es un momento perfecto para entregarle a Dios nuestros sufrimientos, alegrías y enfermedades a través de su hijo, quien sufrió dolor y dejó derramada su sangre en nuestra tierra, para recordarnos que él es todo para nosotros y viceversa”.

Esta representación tuvo una audiencia variada, pues personas de todas las edades estuvieron presentes y fueron partícipes del evento, particularmente siendo los niños quienes mostraron más impresión por los acontecimientos que presenciaban.

A pesar de la tristeza de ver cómo a un hijo le pasa esto, porque me pongo en el lugar de la Virgen María, también es algo bonito ver a tanta gente reunida porque eso quiere decir que es una tradición que continuará por más años y le doy gracias a Dios que a la gente le guste esto, porque es una oportunidad para que las familias reflexionen”, comentó Socorro Jacinto Rojas, espectadora quien iba acompañada de su nieto.

En esta ocasión, la representación de Jesucristo quedó en manos de Francisco Javier Torres Florido, francorrinconense de 27 años que estuvo dispuesto a padecer los martirios que el “Mesías” sufrió.

Luis Armando Galván Pérez, uno de los participantes y coordinadores del Viacrucis, nos platica que: “Me siento agradecido con el Señor por permitir esta representación para la que la gente se convenza en su fe, y en vez de sentirme triste esto lo vivo con emoción ya que, si me permito quebrarme, mis compañeros también lo harían y ese no es el objetivo del mensaje de Jesús”.

Uno de los momentos especialmente emotivos ocurrió en la Segunda Caída, donde el personaje de un vagabundo, en representación de los menos desfavorecidos, interrumpió los castigos de los romanos hacía Cristo, para ofrecerle ayuda a cargar con la cruz.

Después de las interpretaciones, como el juicio y la sentencia, la caravana partió de la explanada de la parroquia del Señor de la Salud hacía el Cerro de la Cruz, donde se llevó a cabo la crucifixión.

Este Viacrucis no solo acrecentó los lazos espirituales de los presentes, sino que refuerza una tradición que lleva más de cuarenta años realizándose y que enriquece el aspecto cultural de los pueblos del rincón, gracias a la solidaridad de los habitantes de la colonia Cuauhtémoc, quienes año con año mantienen vigente esta herencia viva.

Así se vivió el Viacrucis en San Francisco del Rincón

Ahorcan a Judas en Purísima del Rincón

Entre gritos eufóricos de emoción y alegría, la tradición volvió a llenar cada rincón del Centro Histórico de Purísima del Rincón con la edición 152 de la tradicional Judea, donde miles de personas abarrotaron los alrededores del Jardín Principal para presenciar el momento más emblemático: el ahorcamiento de Judas.

Esta tradición comenzó desde el miércoles 16 de abril, donde las calles del municipio se transformaron en escenarios vivientes de la emblemática tradición purisimense, para representar la persecución de Judas, desde el momento de su tentación.

Tanto el miércoles como el jueves sirvieron para preparar el escenario principal, el cual tuvo lugar este viernes desde muy temprano, donde las calles de la zona centro fueron preparadas para la llegada de los miles de asistentes que cada año abarrotan el Jardín Principal.

Entre las adecuaciones que se implementaron hubo la colocación de comerciantes locales, quienes se instalaron a lo largo de la calle Hermenegildo Bustos, desde el bulevar Independencia hasta el jardín.

Por lo que, desde temprano, las familias comenzaron a apartar lugares, mientras que cerca de las 3:00 de la tarde, ya era difícil encontrar un buen sitio para presenciar el esperado ahorcamiento de Judas, programado para las 4:30 de la tarde. 

Para entonces, la explanada del Jardín Principal, las banquetas y las calles aledañas estaban completamente llenas, coloridas por las sombrilla de quienes buscaban resguardarse del sol y por los llamativos atuendos de los judíos.

Como parte de la tradición, la persecución de Judas Negro comenzó horas antes, luego de la crucifixión de Jesús, en representación del momento bíblico en las que Judas Iscariote se siente perseguido por la traición de su maestro.

Dado el recorrido y las horas de persecución, los personajes intercambian turnos para soportar la intensidad del recorrido, permitiendo que la emoción y la energía no se desvanezcan en ningún momento.

Llegadas las 4:30 de la tarde, el sonido de los tambores, las trompetas y los estruendosos “chicotazos” del Diablo Mayor anunciaban que el momento más esperado, por lo que los actores hicieron acto de presencia y recorrieron los alrededores del jardín y Presidencia Municipal.

El ambiente se volvió vibrante en ese momento, pues las miradas se centraban en Judas Negro, quien, ya corrompido, era llevado finalmente hasta la horca frente al Museo Hermenegildo Bustos.

Cabe recordar que el año pasado fueron cerca de 26 mil personas las que abarrotaron la plaza principal durante el ahorcamiento, mientras que más tarde, las autoridades confirmaron que esta edición logró reunir a 40 mil personas. 

De acuerdo con las autoridades, encuestas revelaron que hubo asistentes provenientes de Hidalgo, Michoacán, Jalisco, Ciudad de México, Chiapas, Baja California Sur y Nuevo León, con un porcentaje de 23.4 % de asistentes foráneos y 76.6 % de ciudadanos purisimenses, mientras que Protección Civil tuvo que atender un caso de desmayo. 

Tras el ahorcamiento, la multitud se dispersó en su mayoría, aunque gran parte de los asistentes permanecieron en la plaza para seguir comentando sobre lo visto, además de convivir en el ambiente familiar.

Así fue el ahorcamiento de Judas

Crece popularidad de productos temáticos

La familia Ramírez García se ha dedicado a la fabricación de estas máscaras desde hace 40 años. Foto: Carlos Suárez.

Gracias a la popularidad de la Judea, cada año son más las personas que se acercan a los comerciantes locales para adquirir algún producto temático de esta emblemática tradición purisimense.

Así lo aseguró la familia Ramírez García, quienes este Viernes Santo estuvieron colocados sobre la calle Hermenegildo Bustos, como parte de la actividad comercial de la tradicional Judea, la cual reunió a miles de personas en la cabecera municipal.

En entrevista con AM, Alejandra Ramírez García, quien es proveniente de una familia de comerciantes, reiteró que, para su familia, estas fechas son de gran ayuda para mejorar su economía, especialmente luego de que dicha tradición se haya vuelto internacional.

Sí, casi es gente de fuera la que viene a comprar, las que más se venden son las del Diablo, Judas Blanco y Judas Negro, también los chicotes, todo lo hacemos nosotros”, detalló.

Cabe recordar que la familia Ramírez García se ha dedicado a la fabricación de máscaras de cartón de la Judea por más de 40 años, donde, para tener mercancía para la Semana Santa, suelen prepararse desde enero para su elaboración, aunque a pesar del esfuerzo la tanda máxima de máscaras es de 300 piezas.

Según detalló, este año el precio tuvo que subir 10 pesos, por lo que cada máscara se vendió a un costo de 70 pesos, aunque, a comparación de las máscaras de madera, las de cartón son las más accesibles.

Finalmente, reiteraron que gracias a la Judea, la comercialización de dichos productos, cada año, va en ascenso, mientras que aún la próxima semana suele venderse por el auge de la temporada y la celebración de la Judea Infantil.

Solemnidad y profunda devoción

La representación inició alrededor de las 11:00 de la mañana, sobre la calle Madero, a la altura de Guerrero y Esquipulas. Foto: Carlos Suárez.

En un ambiente lleno de solemnidad y profunda devoción, cientos de personas se congregaron la mañana de este viernes para ser testigos de la representación de la Pasión de Cristo, teniendo como punto culminante el tradicional recorrido de Las Tres Caídas y Crucifixión.

Desde temprano, las familias comenzaron a llegar a la zona centro. Niños de la mano de sus padres, adultos mayores en busca de sombra y jóvenes atentos con sus celulares se distribuyeron entre la explanada y las calles aledañas al Jardín Principal, donde horas después se reviviría la entrega y el dolor de Jesús camino al Calvario.

La representación inició alrededor de las 11:00 de la mañana, sobre la calle Madero, a la altura de Guerrero y Esquipulas., donde con respeto y atención, los asistentes observaron a los actores que, vestidos con túnicas, armaduras romanas y coronas de espinas, dieron vida al relato bíblico de la Pasión.

Para mantener el orden, los actores abrieron paso y delimitaron un espacio seguro durante la presentación, donde la imagen de Jesús, cargando la cruz, cayó tres veces en su trayecto, deteniéndose en cada estación marcada en el recorrido, donde se elevaban oraciones y cantos que acompañaban el dramatismo del momento. 

Mientras se realizaban Las Tres Caídas, el Jardín Principal ya se encontraba completamente abarrotado, donde decenas de familias esperaban bajo el sol, algunos buscando el mejor ángulo para captar el recuerdo en fotografías o videos.

El recorrido duró aproximadamente una hora, siendo al filo del mediodía cuando Jesús llegó al Jardín Principal, donde tuvo lugar la tercera caída, marcando así el cierre del emotivo trayecto, mientras que las calles aledañas se encontraban totalmente cerradas a la circulación.

Tras las Tres Caídas, los fieles se acomodaron frente a la explanada para presenciar la representación de la Crucifixión, para después despejar el jardín para el próximo evento, el cual sería la Judea a las 4:00 de la tarde.

AAK

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