La adolescencia es una etapa vulnerable, pero también es una gran oportunidad para fomentar la resiliencia y construir una salud mental sólida.
Cada 2 de marzo se celebra el Día Mundial del Bienestar Mental de las y los Adolescentes, con la finalidad de sensibilizar a la población acerca de los problemas de salud mental que afronta la adolescencia, así como desestigmatizar este tipo de trastornos y ofrecerles apoyo.
La creación del Día Mundial del Bienestar Mental para Adolescentes en el año 2020 ha sido con la finalidad de observar el bienestar mental de las y los adolescentes. Ya desde el siglo 19 Don Bosco tenía una visión muy clara y profunda sobre los adolescentes, basada en el amor, la comprensión y la fe. Él creía que los jóvenes eran el futuro de la sociedad y la Iglesia, por lo que se debían acompañar con cariño, paciencia y educación.
Algunas de las ideas principales de Don Bosco sobre los adolescentes eran: “Los jóvenes no solo deben ser amados, sino que deben saber que son amados”: Don Bosco insistía en que el afecto y el cariño sincero eran fundamentales para ganarse la confianza de los adolescentes.
Sistema Preventivo: Su método educativo se basaba en la razón, la religión y el amor. Más que castigar, él prefería prevenir el error mediante la cercanía, el diálogo y la creación de un ambiente sano.
Potenciar lo bueno que hay en cada joven: creía que todos los adolescentes tienen algo bueno en su corazón y que era tarea del educador ayudarles a descubrirlo y desarrollarlo.
Alegría y acompañamiento: Decía que “la santidad consiste en estar siempre alegres”. Promovía la alegría como parte de la vida diaria, con juegos, música y deportes como herramientas para la formación.
Confianza y paciencia: Entendía que los adolescentes son impulsivos y a veces difíciles, pero con paciencia y confianza se podía lograr que fueran mejores.
Fe y valores cristianos: Su mayor deseo era que los jóvenes fueran “buenos cristianos y honrados ciudadanos”.
La adolescencia es una etapa del desarrollo humano fundamental para la formación de hábitos sociales y emocionales que impactan en el bienestar mental del individuo. Al respecto, diversos estudios y estadísticas sostienen que uno de cada cinco adolescentes presenta una afección de salud mental.
Algunos de los trastornos de salud mental más comunes en los adolescentes son: Ansiedad. Alteración del estado de ánimo. Déficit de atención y otros trastornos del comportamiento. Trastornos de la alimentación (anorexia, bulimia). Suicidio. Depresión. Psicosis. Conductas de riesgo: consumo de sustancias estupefacientes, prácticas sexuales de riesgo. Comportamientos de autolesión: cortarse o quemarse la piel.
Es de vital importancia diseñar y aplicar estrategias de apoyo de salud mental dirigidas a las y los adolescentes, mediante la aplicación de diversos recursos que beneficien su bienestar psicológico y que impacten de manera positiva en sus vidas, a través del aprendizaje socioemocional. Ayudar a la salud mental de adolescentes es clave para su bienestar y desarrollo integral. Aquí van algunas consideraciones: desde la familia Escucha activa: Valida tus emociones, Comunicación abierta, Horarios regulados, Tiempo de calidad.
La salud mental en la adolescencia es clave porque esta etapa marca una fase de cambios físicos, emocionales y sociales que definen el bienestar. Si se les brinda apoyo emocional, se promueve la autoestima y se les enseña a pedir ayuda, así se pueden prevenir muchos trastornos mentales que se generan desde esta etapa de la vida.
¡Por la Construcción de una Cultura de Paz!
