Entre un mural con cartas y dibujos destacaba como leit motiv una flecha azul apuntando hacia arriba, con una cruz dentro. Era la divisa del padre Aurelio Olague y una seña de identidad con quienes lo quisieron.
Las cenizas del querido sacerdote jesuita, fallecido la tarde del jueves, fueron despedidas ayer con una misa en el auditorio principal del Instituto Lux, la institución a la que el calendario dice que sirvió más de 16 años (en dos etapas), pero que en las cuentas del alma equivalieron a millares de afectos y experiencias.
El rector del Lux, y compañero de congregación del finado, Daniel Alberto Stevens, presidió la concelebración eucarística a la que acudieron cerca de 400 personas, no sólo miembros de la comunidad educativa del Instituto, sino también personas que conocieron del padre Olague en otras ciudades, como Guadalajara, o en los templos del Carmen y Hacienda Arriba.
“Aurelio se sabía un servidor de todos, un hombre sencillo entregado a la vida, al servicio, a la esperanza, la libertad, el completo gozo y la convicción de poner nuestra confianza siempre en el Señor”, señaló el padre Stevens.
El compañero de Aurelio Olague en la Compañía de Jesús exaltó además de su positivismo y actitud de servicio, su capacidad para ver el amor de Dios en todas las cosas y una gran certeza que compartió: “que la vida es sólo un tránsito, un camino a algo mejor”.
La ceremonia, aderezada por la música de Gerardo Piélago, combinó el pesar con la celebración por la vida de un hombre alegre e inspirador. Las lágrimas se mezclaron con las sonrisas cuando salían a relucir las frases más emblemáticas del padre Olague: “Siempre arriba” y “Ni modo”.

Viva voz
“Cuando mi mamá cumplió 70 años, el padre Aurelio le tocó “Las mañanitas” con el acordeón en la misa. Es el tipo de detalles que siempre tenía y por lo que lo recordaremos”.
Diliana Velázquez

“Con los niños era muy detallista. Siempre les regalaba rosarios, moneditas con la flechita o discos de oraciones. Se le va a extrañar”.
Marina Plascencia

“Era un ejemplo a seguir. Una persona muy optimista que siempre veía hacia arriba y lo hizo lema”.
Adriana Segoviano

“Conviví mucho con él, es un hombre que jamás voy a olvidar. Para mí fue una guía que me aconsejó y bendijo a mis hijas”.
Roberto Segoviano

“Es un ejemplo a seguir, lo queremos mucho y lo vamos a extrañar. Sus enseñanzas fueron muy buenas para nuestra vida”.
Amelia Flores

“El padre fue un gran ejemplo a seguir y que marcó la vida de todos, no sólo la mía. Sin duda fue un gran padre”.
Bibiana Moreno

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