El contingente, de al menos mil 500 personas de diferentes nacionalidades, partió seis días después de la salida de un grupo de migrantes que ha avanzado unos 106.8 km por la carretera Costera de Chiapas.. Foto: Agencia Reforma.

Funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) han recibido órdenes de parte de funcionarios del Presidente Donald Trump de aumentar agresivamente el número de personas que arrestan para ser deportados.
 
 El diario The Washington Post reveló que la petición es pasar de cientos de detenciones a entre mil 200 y mil 500 migrantes detenidos.
 
 De acuerdo con el diario, el Mandatario de Estados Unidos se ha sentido decepcionado con los resultados hasta el momento de su campaña de deportación masiva, según personas con conocimiento de las reuniones informativas.

Las cuotas se definieron el sábado en una llamada con altos funcionarios del ICE, a quienes se les dijo que cada una de las oficinas de campo de la agencia debería realizar 75 arrestos por día y que los gerentes serían responsables de no cumplir con esos objetivos.

“Las órdenes aumentan significativamente la posibilidad de que los oficiales empleen tácticas de aplicación más indiscriminadas o enfrenten acusaciones de violaciones de los derechos civiles mientras se esfuerzan por cumplir con las cuotas, según funcionarios actuales y anteriores del ICE”, indica la publicación de The Washington Post.
 
 El “zar de la frontera” de la Casa Blanca, Tom Homan, ha dicho durante semanas que el ICE no realizará redadas masivas y que sus agentes darán prioridad a los inmigrantes con antecedentes penales y que sean miembros de pandillas.
 
 Sin embargo, a decir del diario, las cuotas emitidas este fin de semana colocarían a los agentes del ICE bajo mayor presión para detener a una gama más amplia de posibles deportados para evitar reprimendas, incluidos inmigrantes que no han cometido delitos.
 
 El ICE anunció en un comunicado el domingo que los agentes “comenzaron a realizar operaciones específicas reforzadas hoy en Chicago”, con la ayuda de otras agencias federales, incluido el FBI.

Sale otra caravana de Chiapas

Otra caravana migrante salió la madrugada de este domingo, buscando cumplir su sueño de cruzar a Estados Unidos.

El contingente, de al menos mil 500 personas de diferentes nacionalidades, partió seis días después de la salida de un grupo de migrantes que ha avanzado unos 106.8 km por la carretera Costera de Chiapas.

Principalmente venezolanos, cubanos y haitianos salieron del Parque Bicentenario de Tapachula, ubicado en el centro de la ciudad, que en el último año se ha convertido en punto de encuentro para las personas en movilidad.

Quiero salir de Tapachula porque llevo tres meses esperando afuera de la Comar, y en el Instituto Nacional de Migración me dicen que espere y pasa el tiempo y nada. Lo que yo quiero es salir de Tapachula, a ver hasta dónde llegamos”, afirmó Dangert, una joven venezolana que lleva un perrito en su cangurera.

“Claro, a pesar de que está Trump, vamos a llegar, ya sea en caravana o solos, hasta el norte del país”, dijo Manuel Baro, de Cuba.
 
 A diferencia de la caravana anterior, la que partió el 20 de enero, esta no va dirigida por líderes, quienes hacen más ordenado y organizado el tránsito de los migrantes.

 La caravana del 20 de enero se ha adelgazado: inicialmente salieron de Tapachula unas 2 mil personas, pero varias aceptaron los autobuses que ofrece el Instituto Nacional de Migración (INM), tanto en Escuintla como en Mapastepec, donde el contingente descansa, pero ya con menos integrantes.
 
 Jazmín Silva fue una de las migrantes que aceptó el autobús que la dejó en Tuxtla Gutiérrez, capital del estado. 

Aunque la desviaron de la ruta migrante, Silva dice que aceptó el transporte oficial porque la gente aceptaba irse en los buses.

“Éramos cada vez menos y sentimos que (los narcos) nos podían secuestrar ya con poca gente en la caravana”, comentó.
 
 Otro joven migrante contó que en Huixtla agentes del INM quisieron llevarse al dirigente del contingente, al colombiano Elkin, pero la gente no lo permitió.
 
 En los últimos seis años ninguna caravana ha logrado llegar hasta el norte de México, porque es en Chiapas donde se dispersan al aceptar la Forma Migratoria Múltiple (FMM), un documento que da el INM y les permite avanzar por el País.

 

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