León, Guanajuato.- A 50 años de la muerte de dos jóvenes que participaban en la Marcha Juvenil a Cristo Rey, el doble crimen sigue impune, y la Arquidiócesis de León y jóvenes claman justicia.
Jóvenes que participarán en la próxima Marcha Nacional Juvenil a Cristo Rey piden justicia y no carpetazo como se hace a diario con tanto crimen que se registra en la entidad.
César Fernando Calvillo Silva, era originario de Aguascalientes y contaba con 22 años, estudiante de Odontología, y Juan Bosco Rosillo Segura, de 21 años, de la Ciudad de México, estudiante del Politécnico, fueron asesinados a balazos en la comunidad de Aguas Buenas, y hasta la fecha el doble crimen sigue impune.
Andrea Pineda Perea, presidenta de Juventud, Testimonio y Esperanza; así como Rubén Loya Quintero, secretario de Comunicación; y Jorge Emilio Garibay Torres, secretario de Formación, en conferencia de prensa manifestaron que el doble crimen no se olvida.
César Fernando y Juan Bosco eran los organizadores de la Marcha Juvenil que se llevó a cabo en 1975, y fueron ultimados en la comunidad de Aguas Buenas, a las faldas del Cerro del Cubilete, cuando portaban unas reliquias de plata, unas rosas para Cristo Rey; se le atravesó un burro, pararon el vehículo, y los delincuentes aprovecharon para asesinarlos a balazos”, dice Rubén Loyola.
Sin embargo, los asesinos no los mataron para robarles las reliquias, y aseguran que fue porque estaban en contra de la fe de los jóvenes.
“Queremos que se siga sembrando la semilla de fe en las nuevas generaciones. Los dos jóvenes dieron testimonio de fe, recordando que vivir para servirle a Dios siempre deja ganancia. Queremos reiterar que su muerte sigue impune después de tanto tiempo, así como el de muchos hombres y mujeres que han sido asesinados, y cuyo único delito eran sus creencias”, dijo Andrea Pineda.
Subrayó que es por ello que en la próxima marcha a Cristo Rey, este sábado 25 de enero, quieren alzar nuevamente la voz, “no solo por estos dos jóvenes mártires, sino por todas las víctimas de la violencia y la inseguridad que se vive en nuestro país”.
César y Juan eran jóvenes de la Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM) con una fe inquebrantable que decían: “No le pidas a la vida lo que solo la eternidad puede darte. La mejor forma de permanecer de pie ante los hombres es permanecer de rodillas ante Dios”.
Juan siempre dijo que sería bonito morir a los pies de Cristo Rey, y fue en 1975 cuando fue asesinados impunemente.
“El próximo sábado, como hace medio siglo, se llevará a cabo esta marcha, y no se trata solo de cumplir con una tradición, sino que representa un llamado a la acción y al cumplimiento de una misión. Hoy los jóvenes debemos ser agentes de cambio, ciudadanos responsables, que busquemos un México libre de violencia y libre de inseguridad”, dijo Andrea Pineda.
Añadió que su fe y testimonio debe ser ejemplo para las nuevas generaciones y para exigir a las autoridades respeto a la vida.
Exigimos a las autoridades libertades de vida, de creencias y de participación cívica y política. Como cada año, esta marcha no es solo una manifestación de fe, sino que es un recordatorio de que los jóvenes queremos vivir en un país donde se respeten y se velen todos nuestros derechos, en especial la vida, la familia y la libertad religiosos”, añadió la joven Andrea.
Preparan Marchan Nacional Juvenil el sábado 25 de enero
La Marcha Nacional Juvenil que se llevará a cabo el próximo sábado 25 de enero en Cristo Rey será toda una fiesta que dará inicio desde las 10 de la noche del viernes, con la llegada de por lo menos 40 mil jóvenes provenientes de diversos estados, Sinaloa, Jalisco, Zacatecas, Aguascalientes, Michoacán, Durango, Nuevo León, entre otros.
El itinerario
Es una fiesta juvenil cuyo itinerario inicia a las 10 de la noche con un festival de música en el que participan 9 grupos musicales del país, de Mérida y Puebla; a las 6 de la mañana se llevará a cabo la Hora Santa en la explanada de la comunidad de Aguas Buenas.
A las 7 de la mañana se dará el banderazo para emprender la marcha de 14 kilómetros hasta el monumento Votivo a Cristo Rey.
A las 12:00 en la explanada de La Ermita, misa solemne con la participación del arzobispo de León, Jaime Calderón Calderón, y a las 13 horas, conferencia con los medios.
Andrea Pineda Perea, presidenta de Juventud Testimonio y Esperanza; así como Rubén Loya Quintero, secretario de Comunicación; Jorge Emilio Garibay Torres, secretario de Formación, en conferencia de prensa, señalaron que hay un gran entusiasmo.
Como nunca, pues estimamos que se tendrá representación juvenil de casi todos los estados del país, y la llegada de cerca de 800 camiones”.
“El Movimiento Testimonio y Esperanza está comprometido con defender las causas que nos une como iglesia, y queremos agradecer el apoyo del arzobispo de León, Jaime Calderón Calderón”, dijo Emilio Garibay.
Precisó que las marchas juveniles a Cristo Rey siempre se han realizado desde que se erigió el Monumento Votivo a Cristo Rey, desde que comenzó a construirse en el cerro del Cubilete el 11 de diciembre de 1944, día en que el sexto obispo de León, Emeterio Valverde y Téllez, bendijo y puso la primera piedra.
Muchas de estas marchas no se daban a conocer por la persecución religiosa; hace 50 años ya se llevaban a cabo las llamadas peregrinaciones, donde mataron a jóvenes, pero desde hace 43 años se hizo oficial la Marcha Nacional Juvenil que se lleva a cabo hasta nuestros días”, señaló Andrea Pineda, presidenta del Movimiento Testimonio y Esperanza.
Agregó que en esta edición 43 de la marcha, el lema es: “Que nuestras huellas nos lleven a la eternidad”.
“Esta marcha es muy especial, pues es el año en que el Papa Francisco nos hace un llamado al Jubileo de Esperanza y la conmemoración de los 100 años de la publicación de la encíclica ‘Quas Primas’ en reconocimiento a Jesucristo como Rey. Queremos ser la voz de millones de jóvenes que no se doblegan ante el mundo, pues sabemos que la firmeza nos la otorga Dios”, añadió Andrea.
HLL
