Existen diferentes rituales o tradiciones que la gente sigue en este fin de año. Foto: Alejandro García Vizcaíno.
Con información de Alejandro García Vizcaíno
Guanajuato.- En León, las celebraciones de fin de año vienen acompañadas de prácticas llenas de significado y tradición. Con el 2025 a la vuelta de la esquina, muchas personas ya se preparan para recibirlo de la mejor manera posible.
Entre los rituales más populares, destacan aquellos que buscan atraer tranquilidad, paz, amor y prosperidad. Los leoneses confían en estas costumbres como una forma de iniciar el nuevo año con energía positiva y buenas intenciones.
María Torres, de 35 años, comentó que uno de los rituales que realiza cada fin de año consiste en sacar algunas de sus cosas que ya no ocupa para poder hacer espacio: “Comenzar con la básico y hacer un recuento de lo bueno y lo malo del año” expresó.
Por otra parte María Muñoz, de 22 años, comentó que en su familia, se reúnen para hacer una reflexión sobre todo lo que pasó en el año: “Reflexionamos sobre las cosas buenas y malas y dar gracias por todo lo que se nos dio” señaló.
Mientras algunos leoneses optan por reunirse con familiares cercanos para disfrutar de la tradicional cena de fin de año, otros complementan esta celebración asistiendo a la misa de fin de año en los templos, donde dan gracias por el año que termina. También hay quienes aprovechan el momento para realizar intercambios familiares o dedicar tiempo a reflexionar sobre sus propósitos y metas para el año que está por comenzar.
De Viva Voz
Anahí Denisse, de 35 años. Foto: Luz María Villegas.
Si mi familia hace algo, si se reúnen a cenar o así, si me uno, conozco algunos amigos que si hacen lo de las uvas, el correr con las maletas, hacer el vision board, escribir los propósitos para el año y así”
Esther Amaro, de 52 años. Foto: Luz María Villegas.
En mi familia solo nos enfocamos en la cena, en convivir y eso sí, el brindis y el abrazo de año nuevo, porque hacer lo de las uvas no, de por si esta muy caro ahorita”.
Lucía, de 55 años. Luz María Villegas.
Nosotras solo convivimos como familia, siempre nos reunimos mis hermanas y yo y hacemos lo de la cena que es lo más tradicional para convivir”.
Briseida López. Foto: Luz María Villegas.
Casi no hacemos nada, y pues no se si los demás amigos o familiares hacen algún ritual”.
Mari Ramírez, de 52 años. Foto: Luz María Villegas.
Nosotros nos vamos a dar gracias al templo, llegamos y hacemos una pequeña cena y nos damos el abrazo y pues pedir que es lo que esperamos del año nuevo y pues en los otros rituales yo no creo en eso”.
Yutsil, de 19 años. Foto: Luz María Villegas.
Hacemos lo tradicional de la cena, y de rituales hacemos lo de las uvas y el de la champagna, ya tenemos como dos años que practicamos esto”.
“Agradecemos como la típica familia católica de ir a misa o hacer un rosario, ya tenemos toda la vida haciendo esto, de rituales yo vi uno sobre unas monedas y una llave que te los pones en el zapato y yo quiero intentar por mera curiosidad”.
Valeria, de 26 años, y Natalia, de 24. Foto: Luz María Villegas.
Nosotros hacemos misa, acción de gracias y hacemos un intercambio. Yo conozco algunos que hacen lo de las uvas y creo lo hacen más por tradición y por propósitos propios, osea, ya está en ti si los cumples o no, porque creo que con una uva agradeces algo y con la otra propones algo”, Natalia, de 24 años.
En Salamanca también hay rituales
Collares, pulseras, esencias, monedas, ángeles, borregos, gatos, ranas, serpientes, cuernos, velas, veladoras, nudos y ropa interior, son los amuletos que compra la gente para despedir el 2024 y dar la bienvenida al 2025.
Con los rituales se busca atraer prosperidad, abundancia, salud, dinero y alejar envidias, chismes y malas voluntades.
De acuerdo con el calendario chino, el 2025 es el año de la Serpiente de Madera, un signo asociado a la sabiduría, intuición y renovación.
En México, como cada fin de año, la gente se prepara con las semillas, los borregos, los cuernos y los ángeles que simbolizan la abundancia, la prosperidad y la suerte.
Muchos son los rituales para recibir el año nuevo, los más comunes son:
Comer 12 uvas sin semilla, una por cada campanada de la medianoche, mientras se piensa en un deseo.
Estrenar al menos una prenda de ropa para atraer la fortuna.
Barrer la casa desde el último cuarto hasta la puerta principal para sacar las malas vibras.
Pasear con una maleta en la calle para atraer viajes.
Llevar dinero en los bolsillos, cartera o zapatos para atraer recursos constantes.
Mucha gente tiene la costumbre de darle una ayudadita al amor y la pasión siguiendo la tradición de utilizar ropa interior en color rojo. Otras personas prefieren enfocar las buenas vibras para atraer el dinero y reciben el año utilizando ropa íntima en color amarillo.
Un ritual muy arraigado entre la feligresía católica son las 12 veladoras de la Divina Providencia que tienen un color asignado para cada mes: Enero (blanco) Febrero (dorado), Marzo (plata), Abril (morado), Mayo (amarillo), Junio (azul rey), Julio (azul claro), Agosto (rosa), Septiembre (rojo), Octubre (amarillo), Noviembre (verde), Diciembre (cobre).
Hay personas que acostumbran utilizar las pulseras de las 7 potencias con el simbolismo de 7 colores: Blanco (paz), Rojo (amor), Amarillo (luz), Anaranjado (energía), Verde (armonía), Azul (sabiduría), Negro (poder y protección).
Otros amuletos que utiliza la gente para recibir el año nuevo son el Nudo de Bruja, para protegerse de los enemigos, las brujerías y hechicerías. La Pulsera del Borrego para la prosperidad y la Pulsera de San Benito para la Protección.
También hay superstición por la rana de la suerte y el gato para atraer clientes a los comercios, las monedas chinas y estrellas que traen integrada la moneda, el espejo y el tetra con la semilla que según la creencia son para la prosperidad, abundancia, protección y suerte.
Las esencias que este año está solicitando la gente para despedir el 2024 y dar la bienvenida al 2025 son: clavo, canela, fresa y cherry que simbolizan poder, suerte, prosperidad y abundancia.
La mayoría de estos amuletos se elaboran en México y Toluca y hay para satisfacer todas las creencias, los gustos y las posibilidades económicas de la gente. Las pulseras cuestan 15 pesos, las veladoras 55 pesos y las cajas con velas de colores cuestan entre 90 y 100 pesos.
“Ahorita en este tiempo como que la gente está perdiendo la tradición de los rituales de fin de año, ya no es como antes que para estos tiempos la gente compraba sus velas y preparando sus rituales”, Silvia, comerciante que desde hace 30 años vende amuletos en el mercado Tomasa Esteves.
Cada fin de año compramos velas de colores y la tradición es que se encienden cada mes para darle gracias a Dios por todo lo que nos da”, Eustacia Hernández, ciudadana que acostumbra el ritual de las 12 veladoras de colores.
“Prendemos velitas de cada mes a la Divina Providencia como un ritual para que todo el año nos vaya bien (…) Esto es bueno porque nos conecta con el universo, con la tierra, con nuestro entorno, es como estar en paz con el universo y aprovechar las energías que nos vienen de los cuatro elementos: la tierra, el aire, el fuego y el agua”, María Elena Ramírez.
Origen
El origen de los rituales de fin de año está relacionado con la celebración de la llegada de nuevas cosechas y el cambio de estaciones.
Se estima que la primera celebración de fin de año se llevó a cabo en Mesopotamia alrededor del 2000 antes de Cristo. En esa época se celebraba el Akitu, un festival de 12 días que marcaba el inicio de las nuevas cosechas y la primera luna nueva después del equinoccio de primavera.