Los encapuchados que anoche tomaron la Rectoría de la UNAM anunciaron que su plantón será indefinido, pues buscan que las autoridades atiendan sus peticiones, entre las que se encuentran la reintegración de cinco jóvenes que fueron expulsados del CCH Naucalpan.
Este sábado, un grupo de cinco personas, cuatro hombres y una mujer, salieron a leer un comunicado, pero optaron por no contestar preguntas que se les formularon.
De acuerdo con su versión, la toma de la Rectoría no fue violenta sino un plantón al interior de las instalaciones.
“Esta acción no es un toma, ni siquiera violenta, ésto es un plantón al interior de las instalaciones, es indefinido, la duración del plantón no se revaluará hasta no ver la voluntad política por parte de la Rectoría”, leyó uno de los encapuchados.
Otras de sus demandas es que no haya represalias ni hostigamiento por la toma de Rectoría y responsabilizaron de cualquier persecución al Rector José Narro y a Laura Lucía Muñoz Corona, directora de los CCH.
Además rechazaron la reforma de 12 puntos del programa educativo y acusaron que los medios están tergiversando la información.
Los inconformes se deslindaron de actos de provocación y violencia, además de que rechazaron haber dañado o vandalizado un mural pintado por Siqueiros, ya que aseguraron que solamente rompieron un vidrio.
El comunicado lo dirigieron a las comunidades campesinas y laborales, así como a la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Luego de leer la información, los encapuchados regresaron al interior del vestíbulo de la Rectoría.
