Irapuato, Guanajuato.- Una familia sufrió un aparatoso accidente donde murieron el padre y su hijo de 10 años mientras viajaban en su camioneta sobre el Libramiento Norte de Irapuato.
A pocas horas de otro accidente en la zona donde un ciclista fue atropellado por un tráiler, la volcadura de una camioneta se cobró la vida de otras dos personas.
Los hechos ocurrieron poco después de las 5:15 de la tarde sobre el tramo que conecta de Silao a Salamanca, justo a la altura de la colonia El Copalillo y antes del CRIT Irapuato.
Una llamada al 911 alertó a las autoridades sobre la volcadura de una camioneta en cuyo interior se encontraba atrapada una familia, por lo que ambulancias se trasladaron al lugar.
Los primeros en llegar fueron policías de las Fuerzas de Seguridad Pública del Estado que patrullaban una zona cercana y atendieron el llamado de otros automovilistas.
Al llegar encontraron un muro de piedra totalmente destrozado y la camioneta accidentada, donde había tres personas atrapadas.
Al sitio se trasladaron dos ambulancias con paramédicos, quienes pudieron salvarle la vida a una mujer identificada como Adriana “N”, de 35 años, quien viajaba de copiloto dentro de la camioneta.
También fue localizado Pablo “N”, de 38 años, quien se sabe que era su pareja, y el hijo de ambos, Pablo Geovanni, de 10 años. Ambos fallecieron en el lugar del accidente.
A la zona del resguardo se sumaron agentes de la Guardia Nacional División Caminos quienes se hicieron cargo de los hechos y dieron aviso al Ministerio Público.
Versiones en el lugar apuntaron a que el conductor viajaba a exceso de velocidad sobre el tramo federal Silao – Salamanca y al tomar la curva de incorporación hacia Irapuato, perdió el control del vehículo, saliendo de la cinta asfáltica para impactarse contra la barda de una propiedad ubicada a pie de carretera.
Personal ministerial y peritos se dieron cita, entrevistaron a testigos, recabaron indicios y comenzaron con las diligencias.
Poco después de las 6:00 de la tarde, los cuerpos de los fallecidos fueron subidos a una patrulla del Servicio Médico Forense para la necropsia de ley en la capital del estado.
MCMH