León, Guanajuato.-No tendrían por qué negarse a registrar a mi hijo con nuestros apellidos“, pensó Ximena Zamudio Valadez en su primer intento para dar su apellido a su hijo Nathan Maximiliano. Mientras cuenta, su esposa, Karla Trujillo asiente con la cabeza y dice: “lo esperábamos”. 

Ahora, después de un proceso de amparo ante el Registro Civil que duró 5 meses, posan sonrientes afuera de una oficina en la colonia Valle del Sol, cargando a Maximiliano y con su acta de nacimiento, donde aparecen los apellidos de sus dos mamás.  

Fue nuestra segunda batalla legal para nosotras, para él (Nathan) la primera”, sonríe Karla, y besa al pequeño de meses, el primero en registrarse por dos mujeres en León. 

Usan proceso ROPA

Nathan es un bebé planeado. Su madre, Karla, es policía; su otra mamá, Ximena, es gerente de un antro. Nació por el proceso in vitro llamado Recepción de Ovocitos de la Pareja (ROPA). 

“Hace doce años busqué el proceso y supe que estaba en España. Hace unos años el proceso ya estaba en Jalisco y cuando ya lo decidimos supimos que en León ya era posible tener un hijo”, cuenta Karla, quien es parte de la corporación de Seguridad de León. 

En el método, de una mujer se extraen ovocitos para fecundarlos de un donante, una vez que está formado el cigoto en un laboratorio, se injerta en el cuerpo de la mamá receptora y comienza la gestación. 

Por el proceso, ella (Ximena) es la madre genética, porque usamos su óvulos, y yo la biológica porque yo lo tuve, ahora para el segundo esperamos poder hacerlo al revés”, explica Karla. 

Luego de tres años de relación y uno de casadas, decidieron tener un bebé, pero no fue nada sencillo; el tratamiento, que cuesta en promedio de 70 a 100 mil pesos, funcionó hasta el segundo intento.

Choque familiar

El embarazo causó reacciones contrarias en sus familias, por una parte algunos les mostraron su inseguridad sobre el proceso, a otros les dio curiosidad cómo clasificar a la nueva familia, preguntando a las treintañeras, “¿quién de las dos será la mamá y quién el papá?”. 

De mi familia no es muy aceptado, me decían: “¿cómo creen que van a tener un niño?”, y demás cosas, por eso me decidí a alejarme un poco, por ese desconocimiento de mi familia, pero cuando nació esas dudas y comentarios se acabaron, todos lo aman (a Nathan)”, insistió Ximena. 

“Con mi mamá fue diferente, todos se emocionaron y lloraron, ya nos dicen que somos sus mamis y si nos pregunta quién es el papá o mamá en el rol, pues nadie, las dos nos llevamos 50-50 a las tareas del hogar y cuidar al niño, estamos juntas”, explicó Karla. 

Demandar al Estado

Nathan Maximiliano Zamudio Trujillo nació el 26 de diciembre de 2021, y cuando sus mamás intentaron registrarlo, supieron que deberían pelear. 

El día que llegamos a registrarlo solo a nosotros nos pidieron el acta de matrimonio, creímos que sería como a cualquier niño, pero nos negaron el servicio”, lanzó Ximena enfurecida, solo de recordar. 

Karla entró con la jueza, y les explicó que no podría darles una negativa por escrito hasta que ellas llevaran un documento, en el que por sus motivos quisieran registrar para así rechazarlo y pudiesen generar un amparo ante el Estado. 

También les dieron la opción de registrarlo sólo con los apellidos de Karla y ampararse para reconocer más adelante el pequeño y se pudiese agregar el apellido de Ximena.  

“En realidad no estoy reconociendo a mi hijo, que los reconozcan quienes no se quieren hacer cargo de ellos, yo estaba consciente de que hice a mi hijo y no tenían por qué obligarme a ese proceso”, insistió Ximena. 

Regresaron con su abogado Daniel Cano, quien la apoyó en lo legal cuando buscaron el amparo para casarse. 

Un familiar me orientó para rechazar el artículo 68, que impedía que yo pusiera mi apellido porque la ley indica que debo ser padre si quiero agregar mi apellido”, explicó Ximena. 

El proceso empezó en febrero y fue hasta mayo que se resolvió el amparo tras la negativa del Registro Civil, para ellas fue gratuito el proceso, pero algo similar en el mercado se cotiza en 10 o 20 mil pesos. 

“El miércoles pasado nos avisaron del fallo a favor de nosotras, nos presentamos a firmar una constancia, en la que describimos y estábamos conscientes de nuestras acciones como madres, aunque Karla la tenía fácil, yo era la que estaba demandando al Estado”, insistió Ximena. 

El licenciado habló claro, tenían ganado el asunto pero el Estado aún podría rechazar este proceso, por lo que pasaría a revisión y tardarían meses en lograr registrar a Nathan. 

El martes nos hablaron y dijeron que ya podíamos pasar a registrar a nuestro niño, fuimos felices”, explicó Karla.

El jueves a las 8:30 am, Karla y Ximena asistieron al Registro Civil en Valle de León; las atendieron rápido y Nathan causó emoción.

AM

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