No importa si es una noche con la sinfónica o un concierto de rock pesado, casi todo el mundo disfruta el oír música. Ahora, investigadores han descubierto que una parte del cerebro llamada el núcleo accumbens podría ser responsable de crear la sensación de placer o recompensa que la gente experimenta cuando escucha música por primera vez.
Valorie Salimpoor, del Instituto Neurológico Montreal, reporta en la más reciente edición de la revista Science que la actividad neural en el núcleo accumbens, el cual es parte del cuerpo estriado ventral, es un vaticinador preciso de cuánto dinero el público está dispuesto a pagar para comprar una canción o un álbum.
“Cuando las personas escuchan una pieza de música que nunca antes habían oído se activa una región en el cerebro que puede ayudarnos a predecir si la comprarán o no, se trata del núcleo accumbens, el centro de recompensa del cerebro”, explicó Salimpoor.
Para el estudio, el equipo de especialistas creó un entorno en el que los participantes podrían gastar su propio dinero en 60 piezas de música que escucharon por primera vez a través de un sistema de compra de música en línea simulado similar a iTunes.
Adicionalmente, los investigadores escanearon los cerebros de los participantes conforme exploraron la música y escucharon patrones particulares de sonidos por primera vez.
Salimpoor descubrió que cuando la gente escucha música que no han oído antes, la actividad neural en el núcleo accumbens puede indicar si a una persona le gusta o no una pieza de música lo suficiente como para comprarla.
“Creemos lo que hace a la música tan emocionantemente poderosa es la creación de una expectativa, pues esta sección del cerebro integra respuestas de las partes sensorial, emocional y ejecutiva. Lo que vimos es que mientras más se activaba esta parte del cerebro la gente gastaba más en la música”, añadió.
Adicionalmente, los especialistas encontraron que el núcleo accumbens no actúa solo, pues interactúa con el cortez auditivo, un área que procesa información sobre sonidos y música a la que estamos expuestos.
En otras palabras, el cómo varias partes del cerebro reaccionan a la música depende de los tipos de música a los que estamos expuestos a lo largo de nuestras vidas, la aceptación que tengamos de ciertos tipos de sonidos estarán relacionados con la recompensa dopaminérgica que recibamos.
