A principios de los años noventa, algunos estudios de animación comenzaron a producir personajes y series para un público no infantil. El objetivo era proporcionar contenido en cartoon para adolescentes y adultos. La última década del siglo XX nos dejó obras memorables, que marcaron toda una época, y también marcaron a varias generaciones.

Hace pocos días fijaba mi atención en un par de series que me hicieron recordar mis años en la escuela preparatoria. De algún rincón de mi memoria aparecía la televisión noventera. La nostalgia trajo a mi presente al canal MTV de aquella bella época.

En el pasado reciente, la oferta de series y programas en la televisión abierta y de paga, era ciertamente limitada, si comparamos el abrumador ofrecimiento de todas las plataformas que existen en nuestro presente. Hoy, es complicado que exista una emisión que atraiga en forma cercana a la unánime, las miradas del público.

Esto que menciono, es gracias “Bojack Horseman”, y a “Cortar por la línea de puntos” (Strappare lungo i bordi). Este par de series de animación para adultos, disponibles en Netflix, son una genialidad de la animación del siglo XXI. Ambas me parecen que marcan la vanguardia de la estructura narrativa para el contenido animado.

Es inevitable referir el pensamiento hacia “Beavis y Butt-Head”. Esta, ya antigua, serie de dibujos animados era emitida en el canal MTV, de aquellos nostálgicos años noventa. Fue creada por el gran Mike Judge, quien nos presentó la vida de dos adolescentes norteamericanos de clase media, irreverentes y un tanto disfuncionales en su accionar. Era una sátira que criticaba a la juventud norteamericana. Su impacto en el mundo occidental fue mayúsculo.

Estas animaciones dirigidas a un público ajeno al infantil, generalmente presentan dramas cargados de un amplio sarcasmo ante la tragedia humana. Es el caso de “Bojack  Horseman”, serie creada por Raphael Bob Waksberg. Este autor presenta a un caballo antropomorfo, que vive en la decadencia profesional propia de las extintas figuras hollywoodenses. La serie, es una gran sátira que golpea al establishment norteamericano.

“Cortar por la línea de puntos” (Strappare lungo i bordi), es una gran aportación del autor Zerocalcare. Micahel Rech, es el nombre real de este magnífico historietista franco-italiano. En su serie animada, presenta a un joven dibujante romano acompañado de un armadillo, quienes reflexionan sobre temas de la vida cotidiana.

En la actualidad, existe un gran número de series animadas para públicos de mayor edad, adolescentes y adultos. Estas, dejaron de ser producciones exclusivas de Hollywood y los países asiáticos. Como espectador, es refrescante poder ver personajes tan profundos como el caballo Bojack y el romano Zero.

ACLARACIÓN                                                
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo. 

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