Bienvenidos mis queridos lectores a un número más de esta su columna de confianza. El día de hoy ando pasando por la calle de la amargura pues mis adorados Pumas cayeron en una semifinal más que polémica frente al Atlas de Guadalajara.

Miren que como aficionado universitario uno ya está acostumbrado a perder en liguilla, pero digo, hasta en la costumbre hay formas. Que te gane el América, Cruz Azul o Tigres duele, pero que te gane Atlas&.

Con todo y la polémica del penal que no fue señalado a favor del cuadro azul y oro, hay que destacar que, en lo global, los rojinegros jugaron un mejor partido y son dignos finalistas.

El pase a la última etapa del torneo mexicano ha generado una comisión dentro del aficionado atlista, teniendo en cuenta que el último y único campeonato de liga dentro de sus vitrinas data del año 1951. Solo para darnos una idea, la última vez que el Atlas fue campeón Pedro Infante aún vivía, Lolita Ayala acababa de nacer y la ONU estrenaba oficinas en New York.

Tal ha sido la euforia de sus aficionados que, en la venta destinada para la gran final a las afueras del estadio Jalisco, se armó la rebambaramba. Distintos enfrentamientos fueron informados presuntamente entre aficionados y revendedores que buscaban hacer su agosto, al grado tal de reportar la detonación de armas de fuego en los alrededores.

La última prueba es esmeralda, frente a un León que viene fino, con Mena en un gran momento y una defensiva cuando menos sólida. Veremos quién se lleva el campeonato.

¡Hasta la próxima!

 

ACLARACIÓN                                                
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo. 

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