El pasado jueves 26 de agosto, dio inicio el Festival Internacional Cine de América en Hidalgo (FICAH). A partir de esta fecha, y hasta el 26 de septiembre toda Latinoamérica estará siendo partícipe del festival fundado en Hidalgo en 2017.

Es la quinta edición del FICAH. La más grande en todos sus aspectos. El festival de cine que dirige el columnista que ahora leen, se ha reinventado de forma absoluta. Empezando por la expansión territorial: el FICAH estará llegando a toda América Latina a través de la plataforma de streaming Vix. Llegando a un público potencial de 6 millones de personas en un mes de duración. 

La tecnología y sus usos no tienen límites, por el contrario, los rompen, los superan si es que aparecen. El mundo del presente y del futuro es el de la virtualidad. Es el que algunos grandes autores de ciencia ficción planteaban en sus novelas distópicas.

El FICAH se convierte desde ya, en una entidad disruptiva. Es decir, es un organismo que produce una ruptura en el desarrollo de los festivales de cine, tal como los conocíamos. Propicia, como tiene que ser lo disruptivo, una renovación radical, en este segmento de la industria cinematográfica.

Desde el día uno en la quinta edición del FICAH, ha sido palpable la revolución de este evento, que de la mano de Vix, muestra las amplias posibilidades de innovación en su área. Ambas partes muestran un lado refrescante en el significado de un festival de cine.

Particularmente, me parece maravillosa la tecnología que permite llegar a todo Latinoamérica para llevar esta fiesta cinematográfica. La programación del FICAH, compuesta por 41 títulos de corto y largometraje, estará llegando a todo México. Todo Centroamérica podrá acceder a las películas del Festival; lo mismo para las Antillas y el Caribe. Cada película se puede ver en la los desde los Andes hasta la Patagonia, vaya, en todo Sudamérica.

Retomando el sentido disruptivo del FICAH, este se corona con su forma de premiación. Es el primer festival de cine en premiar con criptodivisas: Bitcoins y Avax. Además de incorporar NFTs (Tokens No Fungibles), para la premiación de las películas ganadoras.

Esta disrupción del FICAH, es una forma de manifestar y concretar ideas fuera de la caja. Hoy, ser disruptivo es ser revolucionario. Díganme si no es esto una revolución: llegar a un público de 6 millones de personas en Latinoamérica para presentar una nueva forma de ver un festival de cine.

Lo mejor, es un proyecto mexicano. Surgido en la provincia. De Hidalgo para América Latina. Y además, es gratuito, el espectador no paga un solo centavo para acceder a una alternativa en ya muy amplio y trillado mundo de los festivales de cine.

ACLARACIÓN                                                         
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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