Uno de los grandes retos que nuevamente enfrenta el país es la denominada “Tercera ola COVID-19”, de la cual, muchos expertos aseguran un pronóstico no tan alentador en varios sectores que engloban salud, economía y educación.
Una de las noticias que más ha causado incertidumbre y opiniones sociales, es el “Regreso a clases seguro”, del cual, se desprenden algunas inquietudes que podemos “normalizar” sobre todo entre aquellos que son padres de familia y que cuestionan de manera particular en el sector público si, ¿existen las condiciones necesarias para que este hecho suceda?
Si algo no debemos perder de vista, es que ha sido un proceso de más de un año, en el que alumnos y padres de familia e incluso familiares como tíos o abuelos, han sorteado la pandemia en todos los sectores que anteriormente mencionamos, pero principalmente en el tema educativo. También algo que esta pandemia ha venido a vislumbrar es las necesidades tan importantes como lo son en la mayoría de los casos los equipos de cómputo disponibles o el acceso a internet para poder tomar clases a distancia y en una nueva modalidad a la que todos nos tuvimos que adaptar, incluyendo los maestros de cátedra que por años se resistían al uso del mismo.
Seguramente conocemos también a un amigo o simplemente a una persona, la cual trabaja de tiempo completo porque es proveedor de una familia y ante esta nueva circunstancia, tuvo que dejar a sus hijos bajo el cuidado de los abuelos, que en su mayoría son adultos mayores y que han buscado sortear los ciclos escolares con los programas televisivos y los eternos mensajes de whatsapp donde se reportan las tareas a entregar.
También, desde otra perspectiva tenemos a un conocido que se dedica a proveer educación a través de escuelas particulares y que ante esta inminente situación se enfrentó a la baja de alumnos, porque los padres de familia ya no pudieron pagar las cuotas de colegiatura y decidieron cambiar al modelo público que se ofertó.
Las necesidades y las circunstancias para muchos son totalmente diferente, hoy la preocupación de los padres de familia o tutores es conocer la estrategia de salud que brindarán los centros educativos para garantizar que los alumnos no sufran de algún contagio, sin embargo, ¿De qué manera se puede cuestionar o responsabilizar al gobierno o a las escuelas privadas, cuando desde casa las medidas de cuidado y protección no son implementadas?
En las calles vemos gente sin cubre bocas, familias paseando con sus hijos en los centros de las localidades, a través de las redes sociales vemos o hasta somos participes de fiestas juveniles cada fin de semana. ¿Cómo nos atrevemos a cuestionar o señalar algo que no sucede desde casa?
Diversos Estados del país, se han manifestado en contra de este regreso, mientras otros tantos mantienen una postura alineada al Ejecutivo con la cual coinciden que existe un regreso seguro a clases.
La realidad es que todos debemos hacernos responsables de nuestros actos, sobre todo aquellos que son padres de familia, deben de ser conscientes de los hábitos que se están implementando desde casa, si bien es cierto el gobierno debe garantizar como derecho humano el acceso a la educación, la pandemia que hoy continuamos viviendo debemos enfrentarla con el esfuerzo de todos, de lo contrario no solo seguiremos teniendo problemas educativos, hoy también nuevamente el sector salud está siendo rebasado por la incongruencia e irresponsabilidad de muchos. No bajemos la guardia que nos quede claro que esta pandemia aún no termina.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
