No necesitas que la gente te acepte y apruebe, lo verdaderamente importante es que seas totalmente honesto contigo. Solo necesitas tu aprobación.
Si quieres ser feliz ata tus metas personales a ti, no a las bases de otras personas ni situaciones. Nadie es permanente y la vida está en constante cambio. Entre más rápido aceptes que la vida no es justa más fácil te será adaptarte para fluir con ella.
Si alguna vez sientes que tienes que controlar algo es porque esta fuera de tu control. Suéltalo, necesitarás trabajar más en ti y no luchar a contracorriente.
Si tienes dudas sobre lo que eres capaz de hacer o lograr, recuerda cuántas situaciones similares has enfrentado en las que también pensabas que no lo lograrías y has salido avante. Ten la certeza de que podrás con lo que te propongas.
Solo tú sabes los recorridos que has tenido que caminar. Acuérdate que algunos fueron más complicados que otros, pero para saber reconocer tu potencial es necesario que no tengas miedo de reconocértelo. No tienes que ser “humilde” y apagar tu luz para no encandilar a otros, hacer eso solo te lleva a menospreciarte.
Eres humano, no te castigues ante tus errores, al final son lecciones que debes aprender sin dar explicaciones o justificaciones.
Acepta que los demás también son humanos, que se equivocan. Perdonar no es aceptar sus errores y no lo haces para ellos, el perdón es el arte de amarte profundamente a ti mismo, de no dañarte con rencores ni resentimientos.
Te dejo unos consejos ya que mereces ser la mejor versión de ti mismo:
- Habla menos, escucha más.
- Piensa menos, siente más.
- Juzga menos, acepta más.
- Quéjate menos, agradece más.
- Compárate menos, valórate y acéptate más.
- Exígete menos, acéptate más.
- Controla menos, suelta más.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
