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El PT celebró su encuentro nacional de legisladores locales electos, donde la delegación hidalguense estuvo representada por su singular mezcolanza, pues en Villas del Álamo tiene al universitario Osiris Leines; en Ixmiquilpan al charrista Edgar Hernández Dañu; en Tepeji del Río a Tania Valdez, y ahora se adjudicó también Pachuca XIII con la universitaria Elvia Sierra. A todo esto la militancia se pregunta si abonarán al partido o solamente obedecerán a sus amos.
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Para la senadora priista Claudia Ruiz-Massieu, la dirigencia nacional de su partido debería reconsiderar su permanencia luego de las votaciones del pasado 6 de junio, mientras que su coordinador de bancada, el hidalguense Miguel Osorio, señaló por separado algo así como que no deben ocuparse los escaños obtenidos para beneficio personal. No citaron nombres, pero dejaron la indirecta.
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El que sigue con su pataleta es el desaforado y encarcelado Cipriano Charrez, pues la petición de su defensa para trasladarlo a un centro hospitalario y continuar ahí su cautiverio fue denegada, ya que según un informe no necesita atención a ese nivel, por ahora, y podrá ser vigilado en el área médica del Centro de Reinserción Social (Cereso) de Pachuca, donde es huésped.
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Quien continúa en la planeativa de su gabinete es el presidente municipal de Mixquiahuala, José Ramón Amieva, el mismo que se atribuye la paternidad de los triunfos morenistas en la pasada renovación de diputaciones federales y locales, lo que resulta bastante extraño, toda vez que no cuenta con estructura y ciertamente se la pasa en la CDMX, pero por una razón muy simple, vive allá.
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Como niño regañado, desde que el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) reveló que el diputado local por el distrito de Zimapán, el morenista Víctor Osmind Guerrero, no aparece entre los más “productivos” de la Legislatura, resulta que ahora ingresa dos iniciativas por sesión y los mal pensados que nunca faltan, aseguran que lo ha logrado porque solo les cambia comas y puntos.
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