Qué tal mis queridos lectores, bienvenidos a un número más de esta su columna de confianza. El día de hoy les traigo una lista de aquellos jugadores que para mí fueron las “joyitas ocultas” del torneo mexicano. Es decir, futbolistas que no acapararon los reflectores del Guardianes 2021 pero que fueron de gran ayuda para sus respectivos proyectos.

Para que la cosa sea más justa y no meter a cinco futbolistas de un mismo equipo (saludos Cruz Azul) decidí que entraría un futbolista por club, a pesar de lo difícil que fue encontrar brillo en algunos (saludos Necaxa y Bravos) y al ser tantos, esta columna se dividirá en dos partes.

Cruz Azul

Con la máquina cementera sí me partí el coco, pero en el buen sentido, porque la figura indiscutible es el “Cabecita” Rodríguez, y de ahí más de uno podría ganarse el mote de “joyita oculta”. Que el “Piojo” Alvarado que Pol Fernández o incluso el mismísimo “Bebote” Giménez; pero no, a ninguno de ellos escogí.

El cruzazulino galardonado como la joyita oculta del equipo es ni más ni menos que Ignacio Rivero. La campaña del uruguayo me ha parecido brutal siendo el comodín perfecto en el engranaje de Reynoso y todo a pesar de no ser titular indiscutible, disputando 13 partidos en el presente torneo, 10 de ellos como titular.

El nacido en Cerro Largo ha jugado preponderantemente como lateral izquierdo, posición que intercala con Adrián Aldrete, pero donde radica su brillo es en la versatilidad que tiene dentro del campo, pues puede empezar en la lateral izquierda y terminar en la derecha para que Escobar se clave de central, o también puede mudarse al medio campo y desde ahí ayudar al equipo a contener los embates del rival.

Es así de bueno Ignacio Rivero que lo mismo le da centrar de zurda que de derecha, que en cualquiera de los lados te rinde bien, con un marcaje sólido y siempre voluntarioso cuando se pierde la pelota y marcando el pase cuando se recupera. Un verdadero crack.

Necaxa

Pasamos del cielo al infierno en una sola sentada. Dentro de los Rayos no hay mucho de dónde escoger y quizá lo más destacable de su torneo fue el portero Luis Malagón con todo y que se lesionó tras disputar el preolímpico con la selección mexicana. Sin embargo, en esta ocasión me decanté por el extremo Alejandro Zendejas.

Zendejas disputó todos los partidos del Guardianes 2021 como titular, anotando dos goles y dando una asistencia, números bastante cortitos la verdad. Su buen manejo de la pelota y sobre todo su constante ida y vuelta le valieron para sonar como refuerzo del Toluca y asistir a las concentraciones de la selección olímpica mexicana.

Quizá lo más destacado es que apenas tiene 23 años y mucho potencial por delante.

Pachuca

 Los Tuzos lo volvieron a hacer, y es que cada tres o cuatro años sacan una camada interesantísima de jóvenes promesas que ilusionan a más de uno. En este torneo se dio la consolidación de jugadores como Alejandro de la Rosa (que para mí se me hace medio tronco la verdad), el lateral Kevin Álvarez o el extremo Francisco Figueroa, pero el nombre de joyita oculta se lo lleva Luis Chávez.

El oriundo de Chihuatlán, Jalisco hizo que el Pachuca no extrañara al Burrito Hernández el tiempo que estuvo lesionado entre el pasado y el presente torneo, dejando buenas sensaciones como recuperador, pero aún mejores como armador de juego. Chávez, quien ya tiene 25 años, cuenta con una zurda poderosa, que se hace presente en disparos de media distancia y una capacidad innata para posicionarse en los linderos del área. Una muy buena opción para selección mexicana.

Pumas

Ay mis pobres felinos& desde la partida de Carlos González las cosas no han salido nada bien, Dinenno le canta “te extraño más que nunca y no sé qué hacer” y los aficionados volvimos a pasar corajes jornada a jornada.

Y como dicen, de lo perdido lo encontrado, pues la joyita oculta de CU no es otro que Jerónimo Rodríguez, el lateral izquierdo que tanto necesitaba el equipo, pues desde la salida de Luis Fuentes no se había encontrado un relevo de calidad.

En el 4-4-2 de Lillini, Rodríguez ha jugado como lateral izquierdo o derecho y como volante por derecha. Lo que destaca de este joven de apenas 22 años es que desde lejos se ve que trae el ADN Puma.

Recorridos largos, intensidad, despliegue físico y nunca dar por perdido un balón son características que me hacen pensar que este chico tiene lo necesario para triunfar en cuadro azul y oro.

Atlético San Luis

Con los colchoneros región cuatro la cosa sí estuvo más pelada, pues no es precisamente una escuadra que derroche juventud, y fuera de Nico Ibáñez no hay mucho para dónde arrimarse, por lo que la joyita escondida del cuadro tunero es ¡Javier Güemez!

El nacido en Culiacán Sinaloa y que alguna vez fuera joven promesa de los Xolos de Tijuana tuvo su segundo aire en tierras potosinas, jugando 17 de los 17 partidos del torneo, diputando todos los minutos, recuperando una media de 7 balones por partido y sin ser expulsado ni una sola vez, volviéndose pieza clave para que su equipo no diera más pena de la que dio con Memo Vázquez. No es mucho, pero es trabajo honesto.

Bravos

Siguiendo en zonas opacas, los Bravos de Ciudad Juárez tuvieron un torneo para el olvido, y dejando de lado a Darío Lezcano, delantero por el que ya preguntaron Tigres y Rayados, no había mucho de donde elegir.

La realidad es que Joaquín Esquivel se lleva el premio de “joyita oculta” más por lo que hizo en el Tri preolímpico que por lo que hizo en su equipo. A ver, que se entienda que la mala campaña de los fronterizos no es culpa del muchacho, él es sobre todo un mediocentro defensivo de la vieja usanza.

Trabajador, de físico similar al de Torrado, con buen control de balón y sobre todo buen posicionamiento en transiciones defensivas. Un seguro de vida en toda la extensión de la palabra.

Xolos de Tijuana

Para quedarnos en el norte del país es el turno del Xolaje, que tuvo una campaña de bastantes altibajos a pesar de apañarse a medio equipo del Querétaro. Aquí destaca principalmente la gente de ofensiva como el delantero Manotas que cayó con buen pie en el futbol mexicano, la “Culebra” Castillo volando por las bandas o el regreso de Fidel “Alegría” Martínez a la tierra que lo hizo campeón.

Pero para joyita oculta elegí a alguien de la parte trasera, que no es otro que Vladimir Eduardo Loroña, lateral derecho de la escuadra canina que tan buen torneo tuvo también en el torneo preolímpico y que en Tijuana se las tuvo que arreglar con los constantes contragolpes que propiciaba el juego adelantado de su equipo. No de gratis las seis tarjetas amarillas de este torneo.

Veloz, con recorrido, buen elemento sumándose al ataque pero mejor defendiendo. Vladimir va en camino a consolidarse como uno de los laterales más sólidos de la liga.

Mazatlán

Para terminar esta primera parte nos vamos al puerto, con agua chile, una chelita y la banda sinaloense a todo lo que da. Ay papá, qué ganas de playita.

Na, no es cierto, ni me gusta la playa.

A lo que íbamos, los Monarcas de Mazatlán tuvieron un torneo para el olvido y su joyita oculta se encuentra en el centro de la defensa, me refiero a Carlitos Vargas. El que fuera alguna vez promesa en el cuadro americanista tuvo que marcharse a tierras más cálidas para crecer como jugador.

En el presente torneo el zurdo 14 de los 17 partidos, 13 de ellos como titular, logró un promedio de cinco balones recuperados por partido y tres tarjetas amarillas. Quizá no fue su mejor torneo, pero de a poco se va consolidando como titular en su equipo y un central zurdo siempre es bien cotizado.

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