El combate a la corrupción sabemos que ha sido el eje rector del actual Gobierno Federal, quién a través de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) se ha encargado de dar golpes certeros en los bolsillos de  aquellos que se presume generan indicios de irregularidades financieras. Actualmente de acuerdo con datos del Titular de la UIF, Santiago Nieto, existen aproximadamente 7 mil millones de pesos “congelados” todos estos vinculados en su mayoría con el crimen organizado y trata de personas, y se encuentran bajo este estatus ya que nadie los reclama y por ende se quedan bajo el resguardo de los bancos. Al no ser reclamados se entiende que no existe la forma de comprobar su procedencia.

Si bien este primer paso dentro de las facultades de la UIF como unidad de investigación es de destacarse, habrá que valorar el alcance que tiene, ya que de alguna manera en primera instancia detiene las operaciones de los delincuentes, pero es un hecho que debe de existir pronto una reforma impulsada desde las Cámaras Legislativas para poder generar el mecanismo adecuado para que todo ese dinero congelado se pueda distribuir en temas como salud o educación o para el fortalecimiento de Organismos Autónomos para sumar a la causa, por ejemplo el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (INAI).

El INAI es un organismo constitucional autónomo garante del cumplimiento de dos derechos fundamentales: el de acceso a la información pública y el de protección de datos personales. Cabe destacar que gracias a la existencia de este organismo, se realizaron entre el 12 de junio de 2003 al 14 de febrero de 2018, más de 2460 solicitudes de acceso a la información, las cuales fueron dirigidas a 236 sujetos obligados del ámbito federal mismas que se tradujeron en el descubrimiento de un desvió de aproximadamente 450 millones de dólares traducidos en lo que conocemos como “La Estafa Maestra”.

Si consideramos que parte del recurso congelado pudiera destinarse a este tipo de organismos que actualmente se encuentran en un importante peligro de desaparecer por filias y fobias de algunos en el poder, es un hecho que sería un grave error pero sobre todo un gran costo para la democracia del país.

Las campañas continúan y las propuestas de algunos de los candidatos a Legisladores siguen quedándose en el ¿Qué? pero no nos dicen el ¿Cómo? Valdría la pena preguntarles ¿Cómo desde su trinchera fortalecerán de ser los elegidos a los organismo autónomos? y ¿Cómo a través de su labor podrán generar reformas y acuerdos para impulsar el descongelamiento de este importante recurso que ha recaudado la UIF?

ACLARACIÓN                                                     
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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