Estamos en ese lugar donde nos salvamos de la pandemia o, por el contrario, regresamos al aumento descontrolado de contagios y muertes por coronavirus. Así, tambalea nuestra suerte sin saber de qué lado caerá.

Las cifras reflejan una disminución de contagios, 18 casos y un fallecimiento en las últimas horas en Hidalgo, cuando, se supone, esta semana debe reflejar las consecuencias de la movilidad provocada por el periodo vacacional. 

Esa calma en la pandemia, choca con el hallazgo de otros tres casos de la cepa británica de COVID-19 en el estado y su posterior contagio a más personas, lo cual es alarmante, porque de nada serviría el actual periodo de vacunación y pondría en riesgo a la población.

La cepa británica en el estado tiene diez por ciento de probabilidad de evitar los anticuerpos de la vacuna contra coronavirus, actualmente aplicada en personal médico, no en su totalidad, así como la etapa que contempla adultos mayores que está en marcha.

Bares, centros nocturnos, asfixiados por los meses de ayuno, abrieron sus puertas; pueblos mágicos y parques acuáticos que se esfuerzan en regresar a una normalidad que afloja las medidas sanitarias, repetidas hasta el hartazgo: lavado frecuente de manos y uso permanente de cubrebocas. 

En ese contexto, iniciaron las campañas proselitistas de diputados locales y federales, que se caracterizan por su alto grado de abstencionismo entre la sociedad, ya que con solo convocar a sus estructuras y voto duro, los partidos ganan espacios en el Congreso local.

Sin embargo, aunque la gente no participe de estos actos proselitistas, el peligro de contagios por coronavirus está latente y prueba de ello son las fotos que a diario suben candidatos y partidos en sus redes sociales.

Un evento masivo, si, ¡masivo!, en el estadio Hidalgo, por parte de una extraña coalición PRI, PAN, PRD y PESH durante su arranque general de campaña o un candidato a diputado federal, Cuauhtémoc Ochoa, (exfuncionario del gobierno de Enrique Peña Nieto) abrazado a la hinchada morenista que saluda a la cámara.

Esto, bajo la mirada timorata de los árbitros electorales que emitieron una serie de medidas sanitarias a los partidos políticos y candidatos, que no son obligatorias, aclararon, pero que se comprometieron a cumplir con tal de evitar contagios de COVID-19.

Basta con revisar las recomendaciones sanitarias del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH) dirigidas a los partidos y cotejarlas con el día a día de las campañas, para darse cuenta que al árbitro de la contienda nadie le hace caso, sin importar que en ello va la vida.

Ejemplos: La autoridad recomienda reuniones públicas con asistencia máxima de 50 personas; instalar filtro sanitario a la entrada de cada sitio; sana distancia de 1.50 a 2.25 metros; visitas domiciliarias máximo tres personas y privilegiar propaganda electoral en medios de comunicación digital.

Parece que la suerte se inclina hacia el lado que nadie desea, por letal. Nosotros podemos evitarlo.

ACLARACIÓN                                                     
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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