Cuando los partidos políticos reciclan a los candidatos de pasados procesos electorales, irremediablemente obtendrán siempre los mismos resultados, un círculo vicioso del cual los ciudadanos con memoria están cansados.

-¿Fraude? ¡Es una mamada, cabrón!-. Francisco Xavier así increpaba una y otra vez, iracundo, la puerta del Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEE), una noche ya lejana de abril de 2016, cuando era candidato al gobierno del estado, postulado por el Partido Acción Nacional (PAN).

Ahora, de nueva cuenta es candidato, pero cambió la chaqueta albiazul por la guinda del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y ocupa el primer lugar de la lista plurinominal al Congreso local, es decir, previo a la elección del 6 de junio, seguro será diputado. 

Hace cinco años, Francisco Xavier llegó con sus simpatizantes a las oficinas del IEEH para reclamar a los consejeros electorales la cancelación de más de 40 candidaturas de presidentes municipales del PAN, por no cumplir supuestamente la paridad de género en sus planillas (el tribunal electoral federal regresó las candidaturas y dejó mal parado al instituto).

Pero no los dejaron pasar. Su puño, insistente, chocaba contra la puerta, que horas más tarde sería resguardada por policías estatales.

“Llevamos años en este país, queriendo que sean libres, que haya una democracia, años, años que han costado vidas, sangre para que estos idiotas vengan a hacer esto, tienen que entenderlo. Perdón, no sean pendejos”, dijo a los reporteros, ya sin cuidar tanto las palabras.

El IEEH se adelantó a la ira de Acción Nacional y cerró el acceso de sus instalaciones desde temprana hora; sin embargo, los panistas forcejearon con los policías con tal de permitir la entrada de los inconformes.

Murmullo de golpes, de voces, cada vez más recio. La incertidumbre de no saber qué pasará pues la autoridad electoral no había aprobado las candidaturas, después lo haría pero dejó pendientes las correspondientes al PAN, y no se podía iniciar campañas proselitistas de presidentes municipales, en ese entonces.

Ya en la madrugada del 23 de abril, Francisco Xavier entró al instituto acompañado por el dirigente panista, Asael Hernández Cerón, actual presidente del Congreso de Hidalgo y que, cómo no, ahora busca la reelección. 

Esa noche la espera fue larga para los albiazules, que trataban de rescatar el registro de sus planillas en municipios clave, como Ixmiquilpan.

Para pasar el tiempo, Francisco Xavier sacó su celular. Sonrió. Mostró a sus compañeros una de sus melodías. Se paró, estiró las piernas. Se veía fastidiado, sin la importancia y estatus de ser un candidato al gobierno del estado. Después, como llegó, se fue.

En ese mismo lugar, tiempo después, Francisco Xavier cuestionó las preferencias sexuales del candidato del PRI, Omar Fayad, durante el debate de aspirantes al gobierno del estado, lo cual, a su vez, dio paso a un litigio legal. Las propuestas quedaron a un lado y prevalecieron las descalificaciones. 

Así las cosas, la próxima legislatura promete altura y nivel, promete& Y el sarcasmo no es más que triste realidad.

ACLARACIÓN                                                     
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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