El Instituto Nacional Electoral ha pedido a los partidos políticos que garanticen la postulación de perfiles políticos de diferentes grupos minoritarios, como personas indígenas, con discapacidad, afrodescendientes y de diversidad sexual, buscando integrar a estos sectores en la dinámica democrática del país.
De unos años para acá se ha ido ampliando el discurso de inclusión, ahora es más común ver candidatos jóvenes con menos de 30 años, o mujeres que encabezan las fórmulas a contender, lo que ha significado un avance en la lucha por quitarle el poder a actores políticos que se estaban apoderando los espacios: hombres y de edad madura. ¿Dónde están las personas morenas, indígenas, afromexicanas, lesbianas, trans? No estaban siendo consideradas lo suficiente, sobre todo en las candidaturas legislativas, pues son en las cámaras de diputados y senadores en donde se ordena la ley para garantizar la igualdad de oportunidades para todos, lo cual es complicado cuando no hay voces de todas las perspectivas del país para llegar a un punto medio de acuerdo.
Me ha tocado escuchar a personas que maldicen y menosprecian el trabajo de los funcionarios públicos, ignorando que, a través de la política, el país mantiene un orden y una regulación para la convivencia en sociedad, por ahora podría ser considerado un mal necesario pues, aunque muchos gobernantes y demás funcionarios no han sido dignos representantes de la ciudadanía, más vale tener un lugar ocupado, que abierto para el caos. Ahora, con la intención de mostrar pluralidad en las candidaturas, debe haber un ánimo de cambio.
Lo ideal sería que la candidata de origen indígena trabaje cuidando que no continúen los abusos hacia el sector del cual proviene, lo mismo con un candidato trans, debería velar por que la ciudadanía logre un estado armónico con todas las identidades de género y orientaciones sexuales. Sería decepcionante que quienes han vivido la discriminación, no usen la plataforma que se les brinda para hacer un trabajo correcto y honesto, y que en su lugar se corrompan hacia el lado de los de siempre, uniéndose a la opresión.
La inclusión de perfiles diversos en las fórmulas de los partidos políticos significa mucho en un país de políticos bancos e indiferentes a la desigualdad social, porque no es lo mismo gobernar viviendo en la prosperidad, que ser gobernado sobreviviendo en la precariedad. Se necesitan representantes reales, con convicción de generar cambios visibles a las condiciones de una mayoría pobre e ignorada por años.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
