Qué tal mis queridos lectores, bienvenidos a un número más de esta su columna de confianza. Esta semana se llevaron a cabo los partidos de vuelta de los octavos de final de la Champions League, teniendo a Liverpool, Manchester City, Chelsea, Bayern, Porto, Borussia Dortmund, Paris Saint Germain y Real Madrid como los equipos que disputaran la siguiente fase.

Para mí, lo realmente significativo está en la constante presencia del futbol alemán en las instancias finales de la copa europea, donde en esta edición, además de los dos clubes provenientes de la Bundesliga, también encontramos a los entrenadores Jürgen Klopp y Thomas Tuchel, comandando a Liverpool y Chelsea respectivamente. Es decir, cuatro de los ocho participantes de los cuartos de final tienen una marcada influencia bávara.

Sin ir más lejos, en la pasada edición de la Liga de Campeones el gran animador de la competencia fue el RB Leipzig, el cuadro dirigido por Julian Nagelsman alcanzó las semifinales para sorpresa de todos, siendo vencido por el Paris Saint German de Tuchel, que a su vez perdería la final contra el Bayern de Múnich. Tres teutones peleando por la copa. ¿A qué se debe el éxito?

La gegenpressing y la nueva escuela alemana

La gegenpressing es un término de origen alemán que se traduce como “presión alta” o “presión tras pérdida”, haciéndose popular en el año 2009 con el Borussia Dortmund de Jürgen Klopp. Este precepto, como su nombre lo indica, tiene que ver con recuperar el balón en el menor tiempo posible y lo más alejado de tu portería.

Quienes lo practican coinciden que es la manera más efectiva de defender. En teoría, mientras más alejado de tu portería menor riesgo de recibir gol; por lo que, si tu equipo pierde el balón en el área rival, lo mejor que pueden hacer es presionar al jugador que haya robado, pues los “segundos de relajación” en los que entra el rival al recuperar, son el mejor momento para quitarle el balón.

Al volver a recuperar en una zona tan cercana al arco contrario, la transición ofensiva requiere de pocos toques y de esta manera, al defender logras provocar ocasiones de gol. Para llevar a cabo este juego se necesita de futbolistas comprometidos con el estilo, que aprendan los automatismos necesarios para robar y transicionar y sobre todo con un gran despliegue físico.

Aunque la gegenpressing tomó fama con Klopp, muchos coinciden (incluyendo el ahora DT del Liverpool) que el padre de este estilo de juego fue Ralf Rangnick, técnico también alemán que al mando del TSG 1899 Hoffenheim comenzó a desperdigar la idea por las canchas de la Bundesliga.

Entre sus pupilos se encuentran Klopp (quien cuenta que después de un encuentro contra el Hoffenheim decidió que su Borussia iba a jugar de la misma manera), Thomas Tuchel, Ralph Hasenhüttl (técnico del Southampton de la liga inglesa) y Julian Nagelsman, a quien contrató cuando era director deportivo del RB Leipzig. Dieter Hans Flick, actual técnico del Bayern, es otro al que se le considera partidario de este estilo, pero tuvo una mayor influencia de Joachim Löw.

Por todo lo anterior y la creciente exportación de técnicos teutones al resto de ligas europeas, hoy en día el estilo de presión alta y tras perdida se le considera como la escuela alemana y muchos coinciden que incluso ya ha dejado atrás el juego de posición que instauró Guardiola.

En la siguiente columna hablaré a profundidad de Ralf Rangnick, su labor para crear proyectos deportivos orientados hacia la gegenpressing, su inspiración y cómo se convirtió en el gestor que mostró el camino a seguir para convertir un club de futbol en un proyecto económico rentable.

¡Hasta la próxima!

ACLARACIÓN                                                     
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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