Un 20 por ciento de los comerciantes de productos no esenciales del centro de Huejutla han tenido que entregar los locales y buscar opciones más económicas, antes de pensar en cerrar definitivamente sus negocios.
A consecuencia de la pandemia de COVID han tenido que cerrar durante muchos meses y cuando han podido reabrir su puertas las ventas han sido menores, condición que aunado a las altas rentas, han tenido que desistir.
El representante de este gremio, Ponciano Hernández Olvera así lo explicó y agregó que pertenece a ese porcentaje, pues el local que ocupaba le costaba 12 mil 800 pesos mensuales y ahora está en uno de cinco mil.
Su nueva ubicación está solo a una cuadra de la anterior, pero “al igual que muchos compañeros ya no pude soportar esa renta y cambié de lugar”, pues luego de un año de restricciones sanitarias las ventas siguen bajas.
Relató que según el tamaño de los locales, su renta mensual oscila entre los diez mil y 25 mil pesos. Además, acusa que ninguna autoridad regula el precio de las rentas en el centro de Huejutla y entonces algunos dueños abusan.
Hernández Olvera reconoció que moverse de lugar no ha sido redituable para muchos comerciantes y asegura que, de continuar esta situación “tendremos que dejar el comercio para buscar alguna otra entrada económica”.
Las autoridades gubernamentales han permanecido ajenas a la difícil situación que viven los pequeños comerciantes y ni siquiera créditos han podido gestionar para solventar la economía en esta época de pandemia, concluyó.
