La inexperiencia del gobierno federal durante la vacunación contra COVID-19 de los adultos mayores es inaceptable en Hidalgo, pero valerse de esa falta de oficio en el servicio público con el afán de traducirlo en beneficios electorales, es criminal.
Es imposible separar la actual vacunación del proceso electoral en curso. A nivel federal, Morena se juega la mayoría en San Lázaro, y, en el estado, el PRI busca recuperar el Congreso de Hidalgo, actualmente con mayoría morenista, en vísperas de la elección de gobernador.
En este contexto, cualquier ciudadano, por mero sentido de supervivencia, esperaba que las autoridades captaran la importancia del momento y dejaran a un lado los intereses electorales.
Una eficiente aplicación del biológico en un sector de la población vulnerable, luego de meses bajo la incertidumbre de los contagios, sería un paso hacia una nueva normalidad, emprendido desde Pachuca.
Pero no. Lejos de esta certeza surgen preguntas sobre quién es el responsable que ayer, y seguramente en los próximos días, impere el desorden en las filas de vacunación, fuera de las instalaciones de la feria de Pachuca.
Abunda lo que en esta pandemia debe evitarse a toda costa: aglomeración de personas a lo largo de kilómetros en las calles aledañas al centro de vacunación que alcanzó incluso un puente vehicular.
Causa escalofríos pensar que todavía falta una segunda aplicación a los adultos mayores que acudieron esta semana por su vacuna.
El gobierno de Hidalgo publicó un calendario de vacunación, donde anunciaba la entrega de turnos para los adultos mayores, lo que provocó que se adelantaran para apartar lugar en los módulos, el pasado viernes.
Después, la Secretaría de Salud señaló que los Programas del Bienestar, del gobierno federal, cambió de último momento la estrategia y que no era necesario esperar durante la noche y la madrugada la entrega de turnos.
Todavía ayer en la noche prevalecía la contradictoria versión de la entrega de turnos, ya que significa que los adultos mayores tendrían que ir y después regresar ese mismo día o cualquier otro por su vacuna.
La inexperiencia del gobierno federal, al cerrar de golpe los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), provocó muertes en Tlahuelilpan el 18 de enero de 2019. Ahora, es tiempo de corregir para evitar contagios de COVID en las largas filas de espera entre los adultos mayores y sus familias que los acompañan.
Dejar que esto suceda, propiciarlo y después culpar y exhibir al gobierno federal, lavarse las manos con fines electorales, francamente es criminal.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
