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Todo mundo habla de los más de 160 mil muertos, de los casi 2 millones de contagios, de la caída en picada de la economía, pérdida de empleos, oportunidades de desarrollo, de la leonina miscelánea fiscal y la insuficiencia de medicamentos y estrepitoso derrumbe de nuestro sistema de salud.

Otros, la mayoría, extrañan a seres queridos que ya no ven, o que inclusive ya no verán porque la enfermedad acabo con sus vidas, mientras que extrañan el salir a los parques y jardines, plazas públicas y comerciales, y en sus respectivos casos, ir a la playa, al bosque, a un museo o inclusive un zoológico.

El aislamiento, no solo vino a cambiar nuestras vidas y nuestra visión acerca de lo que valoramos de manera individual, sino que también nos mostró las carencias históricas que tenemos, pues ningún gobierno, en los últimos 30 años, tuvo la visión de generar nuevos sistemas y adaptarnos a la globalización.

Desde hace 30 años, los medios de comunicación iniciaron un cambio, mismo que en México se fue atrasando, ante la “comodidad” de todos, de vivir en una zona relativa de confort y no pensar que, no sobrevive el más fuerte, sino el que mejor se adapta a los cambios (Charles Darwin).

Antes de la pandemia, ya había iniciado una dura crisis de salud, misma que dimos cuenta en AM Hidalgo, a través de este espacio, en el que comentamos los grandes errores de intentar cambiar de tajo, el sistema de salud existente, por el INSABI.

Los medicamentos escasearon, fuimos testigos del dolor de miles de familias que quedaron sin acceso a medicamentos ni atención médica de especialidad, hasta ver imágenes desgarradoras, de niños con cáncer sin acceso a tratamientos, emulando el terrible escándalo del ex gobernador de Veracruz, hoy libre, Javier Duarte, de dar agua, en lugar de antibióticos a menores con este mal.

Una desafortunada coincidencia, fue que, a los pocos meses, y sin una estrategia pensada, llegara la pandemia de la COVID 19 a México, lo que vino a destrozar todo, pues con un mal político y mal especialista en salud pública (López Gattel), el hoy apodado Doctor Muerte, navegamos sin rumbo, y en comparación a la pandemia de la influenza del 2009, el aislamiento ya va para un año y promete, mínimo, seguir, con sus altas y bajas, cuando menos hasta septiembre.

En sí, año y medio perdido para muchas empresas, negocios, vidas e inclusive salud emocional; pero pocos han reparado en la educación.

La Secretaría de Educación Pública Federal, realizó una encuesta que nos brinda datos interesantes, y que te comparto los más relevantes, respecto de que piensan educandos y padres de familia, para que tú, obtengas tus propias conclusiones, con información que te permita tener una perspectiva de este tema.

El Subsecretario de Educación Básica, Marcos Bucio, presentó una encuesta, en la que el 16% de los estudiantes tuvieron una “participación (de acceder a clases) prácticamente inexistente”, destacando estados como Michoacán, Durango y Colima, en donde en total, más de 13 mil niños, no tomaron clases de manera regular.

Más de 1 millón, 711 mil niños, tuvieron una “comunicación baja con sus profesores”, es decir que, fue complejo interactuar con sus maestros, y por lo tanto, solventar sus dudas, equivalente al 9% de niños en educación básica.

Casi 2 millones de alumnos, dijeron que sus maestros no los acompañan en su aprendizaje, por lo cual él mismo dependió directamente de los propios niños, mientras que el 13% de los estudiantes, comentaron que los Maestros los acompañaron “pocas veces”.

Un problema de fondo, es la angustia que sientes los educandos, pues el 42% de los niños, manifestaron sentirse “preocupados por no aprender”, y el 40% expresó incertidumbre por “sus calificaciones”; el 52% de los padres dijeron que las clases a distancia, han afectado el aprendizaje de sus hijos.

Al final y al preguntarles la calificación que pondrían al programa “Aprende en Casa II”, el promedio de satisfacción fue 7.91, número que quizá no concuerde con las estadísticas anteriores, pero que refleja un deseo de las familias por que sus hijos no pierdan el año escolar.  

La pandemia, nos ha dejado sin algo o sin alguien, es decir nos ha mostrado privaciones; sin embargo, también nos debe dejar enseñanzas y hoy México requiere de una reforma estructural, que nos lleve a la modernidad y al uso de nuevas tecnologías, en caso contrario, estaremos condenados a repetir una y otra vez, los errores del pasado.

Por hoy me despido, esperando tus comentarios.

Hasta la próxima.

ACLARACIÓN                                                   
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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