Rusia lo volvió hacer, el gigante ruso demuestra al mundo que, si bien la Unión Soviética desde el año 1991 colapso desintegrándose sus 15 repúblicas éste hecho histórico no significa en absoluto que no siga viva y fuerte. 

Y a pesar de que no existe más la guerra fría que permeo en el siglo pasado entre las dos potencias mundiales, Estados Unidos de Norte América y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, la carrera por ser el país hegemónico mundial sigue en píe de lucha. La búsqueda de supremacía es el ente generador para la trascendencia en dichas naciones frente al mundo entero. 

Una característica del período histórico conocido como la Guerra Fría fue el escenario del inicio de la carrera espacial que enfrentó a las dos potencias del mundo, EE.UU. y URSS, para conseguir la conquista del espacio y con ello la hegemonía mundial. En el año 1955 las dos naciones hicieron públicos sus proyectos de poner en órbita satélites espaciales y, de esta manera, conmemorar en 1957 el Año Geofísico Internacional.

Cumpliendo su promesa,  el 3 de octubre de 1957 los soviéticos fueron los primeros en poner en órbita un satélite artificial el Sputnik I , y un mes después a la perra Laika que sería el primer ser vivo en un vuelo espacial. Entusiasmada con estos éxitos, la Unión Soviética se propuso dar el siguiente paso decisivo: poner a un hombre en el espacio.

Para esta importante misión hubo miles de voluntarios, además de los científicos y militares, activistas de diferentes causas y presos condenados a muerte dieron un paso al frente para ocupar ese lugar. Cuando se abrió una convocatoria, se invitaron a 2 mil personas de las que solo fueron elegidos 200 candidatos; un grupo que se redujo a un listado con 20 finalistas. Al final del proceso de selección solo quedaron dos: los pilotos rusos Guerman Titov y Yuri Gagarin. Ambos eran los mejores, sin embargo las autoridades rusas eligieron a Yuri Gagarin gracias a su procedencia Gagarin era hijo de padres campesinos, mientras Titov lo era de un profesor . Los soviéticos querían que todo el mundo conociera el poder del proletario.

La misión de Gagarin la llevaría a cabo a bordo del cohete espacial Vostok I que significa en español, “Oriente 1” , y que tenía una cabina esférica que pesaba 2.46 toneladas, con 2.3 metros de diámetro (más pequeño que un Volkswagen clásico) y un módulo de propulsión que usaría en el descenso. La misión fue el 12 de abril de 1961, con los dos cosmonautas: Yuri Gagarin que tendría como suplente a German Titov.

Cuando todo estuvo listo, Gagarin, exclamó: “¡Poyacale!”; una expresión coloquial en ruso para decir “¡Vámonos!”. Los propulsores del Vostok I rugieron y a la señal comenzó su ascenso hasta los 315 kilómetros de altura. Lo habían logrado Yuri Alekséyevich Gagarin de 27 años de edad, se convertía en el primer hombre en el espacio. Desde su ventanilla pudo observar el exterior y ver el blanco territorio siberiano; la vista era espectacular por lo que comentó a la radio: “El espacio es oscuro y la Tierra es azul”.

Años más tarde el mundo capitalista liderado por EE.UU. envió el 20 de julio de 1969 a los primeros hombres, no solo al espacio exterior, más osados fueron en enviarlos a la superficie de la luna, la misión norteamericana Apolo 11, colocó a los primeros hombres en la superficie lunar: el comandante Neil Armstrong y el piloto Edwin F. Aldrin. 

Poco antes de dejar la escalerilla del módulo lunar “Eagle” surgieron las palabras que, de forma lapidaria, resonarían como ecos en prácticamente todo el siglo XX: “Es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”. 

Hoy en plena pandemia a causa del COVID-19 surge nuevamente una carrera por tener la vacuna cuanto antes y no sólo es la ayuda solidaria y desinteresada hacia la humanidad la que conlleva a sumar esfuerzos, no, claro que no, en juego se encuentran nuevamente como en el siglo pasado las grandes potencias que demuestran su poderío frente al mundo logrando una hegemonía mundial. 

Nuevamente se disputan el titulo Rusia y EE.UU. como ocurrió el siglo pasado, buscando ser líderes y demostrando no sólo a sus ciudadanos sino al mundo entero la supremacía absoluta.  

Y como aconteció en la carrera espacial entre estas dos potencias Rusia empezó con la obtención de la anhelada vacuna, la panacea a los malestares del COVID-19 y ante las dudas surgidas tanto en México y en otras latitudes sobre la eficacia del fármaco, se sostiene que “la vacuna rusa Sputnik V es segura”.

El producto ruso ha tenido una eficacia del 91.6% en la prevención del desarrollo del COVID-19, según los resultados de la última fase de su ensayo clínico publicados en la revista médica internacional “The Lancet”

La vacuna Sputnik V, la tercera en aprobarse en México tras Pfizer Biotech y Astrazeneca, es eficaz contra el coronavirus en un 92%, según ha publicado la revista médica The Lancet.
Otra vez, como en el siglo pasado, lo hicieron los rusos  han demostrado que en la carrera ellos van a la vanguardia ¿Tú lo crees?… yo también, la historia lo ha dejado asentado. 

ACLARACIÓN                                             
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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