Bienvenidos mis queridos lectores a un número más de esta su columna de confianza. El día de hoy escribo con una sonrisa en el rostro tras ver la victoria de los Ti-gue-res 1-2 frente al equipo coreano Ulsan Hyundai, misma que les dio el pase a la siguiente ronda del Mundial de Clubes, donde se enfrentarán al Palmeiras, reciente campeón de la Copa Libertadores.
El cuadro dirigido por Ricardo “Tuca” Ferreti dio mucho de qué hablar tras su llegada a Qatar, pues los argentinos Nahuel Guzmán y Guido Pizarro declararon a medios de comunicación que los Tigres no iban representando a México, sino a su afición. 
En concreto, el “Patón” Guzmán comentó: “no vamos a representar a nadie más que quiera colgarse de nuestras tetas”. Palabras que calaron hondo dentro del periodismo nacional, donde más de uno salió a rasgarse las vestiduras, tachar de equipo chico al cuadro de Nuevo León y tundir con todo a Guzmán y Pizarro. 

No sé ustedes, pero a mí los comentarios de Nahuel y Guido me parecieron de lo más normales, vaya, que son regios (aunque sea por adopción), y todos sabemos que los regios, y en especial los regios aficionados al futbol, se sienten orgullosos de sus colores, no buscan caer bien a nadie, trabajan por lo suyo y lo disfrutan con los suyos. 
A esto hay que sumarle la eterna negación de los medios deportivos centralizados (o sea, de la capital) que nomás no quieren ver el crecimiento que han tenido los felinos en la última década, que han invalidado el éxito deportivo como signo de grandeza y que ante la menor insinuación de que los de San Pedro están construyendo su historia de “equipo grande”, caen en el típico argumento de que su afición solo radica en el norte del país. 
Teniendo esto en cuenta, yo le pregunto a usted, querido lector, qué reacción esperaban los medios de los jugadores felinos si, durante 10 años, se les ha negado la grandeza que vienen construyendo. 

Pasaron los días y vino el giro de tuerca, porque jugadores, afición y cuerpo técnico podrán pensar lo que quieran, pero al final fue CEMEX (el que pone el dinero dentro del club) quien se acordó que, además de ser equipo de futbol, Tigres es una marca, y como marca no puede darse un escopetazo en el pie limitando su mercado de esa manera. 
Fue así que la cementera no se quedó de brazos cruzados y con un tuit (medio pasivo-agresivo) que se leía “¡Representado a México! ¡Vamos Tigres!”, marcó la pauta que se debía seguir, dejando claro que ante todo y primero que nada está la imagen pública. 
¿Cuál fue el resultado? Nahuel Guzmán respondió dicho tuit con un “Lo que uste´ diga patrón”, generando burlas, enojos y carcajadas. Queda claro que el argentino sabe perfectamente cómo jugar dentro y fuera de la cancha. 

 

 Lo único cierto es que los Tigres tienen una dura prueba frente al campeón de la Libertadores, a quien deberán vencer para llegar a una final soñada frente al Bayern de Múnich; y de alzar el título internacional, sus detractores tendrán un argumento menos para negarles su grandeza. 

¡Hasta la próxima! 

ACLARACIÓN                                       
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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