Las noticias raras, absurdas, casi increíbles, siguen apareciendo todos los días. El año pasado estuvo repleto de momentos estrambóticos. Para el presente, la situación no es tan diferente. La información que fluye sobre los efectos de la pandemia dentro de un todo, resulta estridente.

La realidad del presente, se acerca cada vez más a algunas situaciones planteadas en películas distópicas o apocalípticas. Esta semana salió a la luz, una información sobre un paciente de Reino Unido, quien padecía linfoma de Hodgkin. El individuo de 61 años, contrajo Covid. Y, según un artículo publicado en el British Journal of Haemathology, firmado por Sarah Challenor y David Tucker, el Sars-CoV-2, habría causado efectos positivos en la salud de este paciente, quien presentó una cura atribuida al coronavirus.

Esa noticia me trae a la mente la película Soy leyenda (I Am Leyend), estrenada en el 2007; dirigida por Francis Lawrence y protagonizada por Will Smith. Es una adaptación cinematográfica de la novela del mismo título, autoría de Richard Matheson. Publicada por vez primera en 1954. Ya antes, la novela fue llevada al cine en dos ocasiones. Primero, con The Last Man on Earth, película de 1964; dirigida por Ubaldo Ragona y Sidney Salkow. La otra adaptación fílmica de esa novela, fue The Omega Man; cinta de 1971; dirigida por Boris Sagal.

La mejor versión es la más reciente. La historia comienza con la noticia sobre una cura del cáncer, a través del virus que causa el sarampión. Esto lleva a una mutación de los humanos, extinguiendo a la mayoría de la especie en todo el planeta. Los sobrevivientes son algo así como una mezcla de vampiros y zombies.

El virus de Krippin, una modificación genética a partir del virus ya existente, diseñado por la Doctora Alice Krippin, es la cura para el cáncer. Este virus, se convierte en una letal cepa del sarampión, mismo que se contagia por vía aérea y al contacto con los fluidos. Esto ocurre en Soy leyenda, historia que plantea el fin de la humanidad dentro de un panorama espeluznante.

Me cuesta trabajo creer que fue el coronavirus lo que ha conducido a la casi total recuperación de un paciente con cáncer. En medio del caos informativo respecto al pandémico virus, los medios debieran conducirse con mayor cautela. Informaciones tienden a confundir al público, más de lo que ya está, en medio tanta información, que resulta las más de las veces falsa o incierta.

A nosotros, la población civil, nos toca contrastar informaciones, revisar fuentes, realizar consultas puntuales. No estamos en medio de una historia de ciencia ficción. Estamos viviendo un presente raro, rodeado de desgracia.

ACLARACIÓN                                                   
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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