No sé por qué, pero todo, absolutamente todo el acontecer de la agenda pública en Estados Unidos, termina resultando un gran argumento cinematográfico. Los temas no solo tienen carácter informativo, casi de inmediato pasan a ser contenidos de entretenimiento, para luego convertirse en guiones de buenas películas.
Las más recientes elecciones presidenciales estadounidenses, llevadas a cabo el pasado 3 de noviembre, tienen al mundo entero en vilo. Cualquiera que sea el resultado, incide directamente en la política internacional. Incluso, en algunos países, el resultado influye en aspectos tan importantes como la gobernabilidad y su política interna.
Lo que está pasando ahora, con Trump y Biden, me hace recordar lo que pasaba hace 20 años, con la apretada disputa presidencial entre George W. Bush y Al Gore. Recuerdo que fue Florida el estado clave para definir aquella elección. El triunfo de Bush se dio por dictamen de la Suprema Corte de Estados Unidos, 35 días después de efectuarse los comicios.
Los elementos de aquella batalla electoral entre el gobernador de Texas, George W. Bush y el vicepresidente Al Gore, fueron perfectos para armar historias interesantes. La película Recuento (Recount), dirigida por Jay Roach, producida para HBO en el año 2008. Narra lo que pasó en ese forcejeo por la presidencia norteamericana. Este filme nos puede adelantar lo que podemos presenciar en los próximos días.
Recuento de votos, acusaciones mutuas de fraude, imputaciones de manipulación, intromisión de extranjeros y corrupción, pareciera la descripción de una elección mexicana. Pero no, esto es lo que hoy ocurre en la democracia imperfecta de Estados Unidos, donde no necesariamente triunfa quien tiene el mayor número de votos de la población.
Otra muy buena historia sobre una elección presidencial norteamericana, es, Game Change (Cambio de juego, en español); también dirigida por el siempre atinado Jay Roach, quien ha llevado al cine temas políticos que van de la sátira y la comedia, al drama y la tragedia. Game Change, narra los sucesos en torno a Sarah Palin, candidata a la vicepresidencia de Estados Unidos en el 2008, junto al candidato a la presidencia John McCain. Casi nunca se cuenta la historia y estrategia de quien pierde una batalla, esta cinta lo hace.
Política, asuntos de Estado, conspiración, traición, comedia, drama, corrupción, ambición; son los componentes de otras elecciones de película. Aunque no conocemos el final de esta historia, el guion ya está escrito. Pronto veremos en forma de película las historias que habrán de contar los vencedores y los vencidos.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
