En la reciente semana un nuevo escándalo se le atragantó a la ya de por sí turbulenta administración de Ricardo Peláez como presidente deportivo de las Chivas de Guadalajara. En esta ocasión se trata de una denuncia penal (violencia sexual) en contra del mediocampista Dieter Villalpando, misma que desembocó en la recesión casi inmediata de su contrato aún con el proceso inconcluso.

Además del ex canterano de Pachuca, otros tres jugadores fueron separados del plantel, José Juan “el gallito” Vázquez, Alexis Peña y el siempre irregular y promesa inconclusa Eduardo “la Chofis” López. Todos ellos estuvieron en la fiesta en la que se cometió la presunta agresión.

El escándalo llegó a tal grado que incluso el dueño del club, Amaury Vergara, salió ante los medios a declarar las medidas que tomarían tras este suceso, que, además de la suspensión, confirmó que buscarán la salida de los jugadores en la próxima ventana de fichajes (recordar que Dieter ya está desvinculado del equipo).

De todos ellos, Juan José Vázquez fue de lejos el que más rindió dentro de la institución, siendo su momento más alto en la época de Matías Almeida con el famoso doblete. Por otro lado, Alexis Peña fue uno de los tantos fichajes fallidos procedentes del Necaxa, pues el chico nunca fue del agrado de los entrenadores y apenas tuvo minutos desde su llegada.

Por último, está Eduardo López. La “Chofis” fue, antes de Macías, la joya de la cantera rojibalnca y durante varios años se esperó su explosión para convertirse en uno de los referentes tapatíos, pero la indisciplina, el sobrepeso y la falta de compromiso terminó por reventar al canterano.

Para mí no cabe duda que los altos mandos Chivas tomaron la decisión correcta, aunque eso sí, mucho se podrá decir sobre Alexis Vega y Uriel Antuna, que a ellos sí les dieron una oportunidad de redención después de aparecer en un video consumiendo bebidas alcohólicas en pleno confinamiento.

Ahora Peláez y compañía tienen un reto por demás importante el siguiente mercado de fichajes, por un lado, vender tres “papas calientes” y por otro completar al equipo con al menos cuatro fichajes (mismo número de jugadores separados). Será interesante ver por cuánto podrá vender Chivas a sus jugadores y sobre todo cuánto pedirán los equipos por los posibles refuerzos.

¿Ustedes creen que la directiva fue justa con los jugadores? ¿Creen que tuvieron que darles otra oportunidad a por lo menos tres de ellos? ¿Será que Vucetich pueda contener la olla hirviente que será su vestuario?

¡Hasta la próxima!

ACLARACIÓN                                               
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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