Todos ya estamos fastidiados de la información en torno a la pandemia, las cifras de contagios, las muertes, que es un tema superdoloroso y difícil de plantear. Sentimos que el año en curso no es prometedor para nadie, ya que ha habido tantas consecuencias físicas, emocionales, pérdida de empleos, pérdida de fe, pero todo esto está fuera de nuestras manos. ¿Quién realmente imaginó que nos iba a tocar vivir una situación así?
Entonces, aunque nos parezca imposible, debemos dejar de preocuparnos por las circunstancias cuya solución no está en nuestras manos. A pesar de que somos afectados, es necesario mostrar calidad en nuestra manera de pensar y proyectar, pues por más preocupación, dolor o tristeza que sintamos, las cosas no van a dar el giro que individualmente necesitamos en nuestro entorno y situación.
Todo es temporal. Sé que es difícil, pero todo tiene fecha de caducidad, bueno o malo, va a pasar, de nada nos sirve aferrarnos a un temor irracional. Escuchaba de un experto en la salud, que debemos vivir tomando todas las preocupaciones sanitarias, pero que de igual forma debemos vivir sin ese miedo que casi se convierte en paranoia.
La calidad de tus pensamientos y lo que te repites a diario tiene mucho que ver con lo que realmente eres. Si no sabes cómo ser positivo, practica el arte de pensar las cosas, razonar magnitudes, ver qué es real y qué es imaginario, ya que normalmente solo fomentamos lo que traemos en la imaginación, eso que no te lleva a nada benéfico.
Se cuida lo que pensamos, porque es muy fácil entrar en depresión o incluso en crisis de ansiedad, vivir alteraciones del sueño, como insomnio, o sentir que sí dormiste, pero no descansaste.
Son mil temas, pero trata de no atormentarte tanto, nadie nos garantiza que sufriendo llegará la solución más rápido. Traza una línea de prioridades, con ella podrás darte cuenta que para cada persona o cada cosa que se manifieste en tu entorno hay un grado de importancia y soluciones necesarias.
En una mente tranquila emanan ideas creativas, ideas simples, piensa mucho lo que hoy te platico, resulta que muchos somatizan las emociones en enfermedades. Piensa en qué tanto vale poner en juego tu salud mental, emocional y física.
Cada día te da la oportunidad de volverte una mejor versión de ti mismo, jamás lo olvides. Habrá días en los que te sientas con mucho más ánimo que otros. Cuando el ánimo no se asome, es cuando debes esforzarte más.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
