Los niños son completamente unos locos, puro corazón, creativos y auténticos pues no necesitan demostrar nada. La máxima que alguna vez escuché que “para entrar al reino de los cielos hay que ser como niños”, un cielo o paraíso que no se vive después de la muerte.
Son estados de consciencia. No un lugar externo en un cielo, como lo han dicho desde las religiones, creando las historias del “infierno y el cielo” para hacer dependientes a los feligreses.
Es una condición de gracia, que se vive aquí y que te permite percibir, ver y saber. Semilla que implantó Antoine De Saint Exupéry en su libro de El Principito y que dice: “sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible para los ojos”.
La locura es un factor importante para acceder a estos estados de gracia. Por ello es indispensable abrir esos ojos internos, los del corazón (no el físico que bombea sangre y genera tu electromagnetismo o campo áurico), sino la glándula que tenemos que permite percibir y saber más, está en el centro del pecho.
Aquí la clave para abrir esas puertas dimensionales son las y los niños. Ellos son considerados una de las consciencias más elevadas que hay en este planeta y hay que tener muy presente que nosotros, también fuimos y somos niños.
NO QUIEREN QUE DESPIERTES
Existe un viejo paradigma de querer tener siempre la razón. Ese paradigma nubló la mirada de muchas personas, fue “un viejo sistema de creencias que nos hizo pensar que era más importante tener la razón que ser felices, que nos hizo olvidar que somos seres luminosos para convertirnos en consumidores racionales” como lo compartió, Santiago Pando en su película Creer es Crear.
La visión del corazón es la verdad completa, hacia donde todos vamos; ahí ya no es necesario tener la razón, ni disputarse el marcador porque recobramos nuestra completitud. Fluir, agradecer y disfrutar el presente, conectando aquello que en algún momento se dividió es LO QUE PERMITE LA LOCURA.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
