La semana pasada hablé respecto a las manifestaciones que se han realizado en Atitalaquia, Tlaxcoapan, Tlahuelilpan, Tula, ahora también Mixquiahuala y Progreso, y en un par de días en Tezontepec, todas con el objetivo de exigir seguridad y dar visibilidad a las desapariciones que han ocurrido en estos meses de cuarentena, además del feminicidio de Alondra.

Antes de que el mundo parase y las personas nos quedaramos en esta interminable cuarentena, las manifestaciones ocurridas en el país, y el paro nacional convocado en marzo, sentaron un precedente en la revolución feminista.

¿Por qué marchan? ¿Qué logran con eso?” son las preguntas habituales a las cuales nos enfrentamos dentro de nuestras familias, en nuestras redes sociales, o en nuestros espacios de trabajo.

Poder explicar esto es una tarea que no resulta sencilla puesto que, aunque todas se realizan en pro de la mujer, cada convocatoria, nombre, fecha y lugar tiene un porqué, así por ejemplo podemos encontrar marchas de marea verde, marchas por los feminicidios, marchas por la erradicación de la pobreza. Todas para exigir justicia, derechos y frenar este sistema patriarcal que día a día nos amenaza y oprime.

Aunque me gustaría abundar mucho en las “formas” de manifestarnos, ese apartado lo explicaré en otra columna, porque creánme que es un tema extenso y no me gustaría perder el enfoque que quiero lograr en el tema de hoy.

Es importante remarcar los logros que a raíz de todas estas manifestaciones se han logrado, a continuación te enlisto algunos:

  • Aprobación de la Ley Olimpia en diferentes estados de la república
  • Generación para proyecto de Ley Ingrid
  • Catálogo de agresores sexuales en CDMX
  • Proyectos de Ley para la despenalización y legalización del aborto

Ahora bien, ser el respaldo de los familiares de víctimas de feminicidios, violencia de género, trata de blancas, nos coloca como el medio por el cual muchas veces se les dé visibilidad a los casos que son olvidados, se ejerce presión social para que las autoridades realicen su trabajo.

Manifestaciones virtuales

Han sido muchas las convocatorias virtuales que se han emitido durantes estos cinco meses de encierro, desde pañuelazos virtuales, pasando por el posteo de fichas de búsqueda en nuestras redes, hasta la organización de reuniones en plataformas en donde cada una se reúne para cantar, hablar, escuchar y acompañar a otra mujer.

Y aunque hoy enfretamos retos al momento de reunirnos, se han encontrado maneras de continuar la lucha desde cada una de nuestras trincheras.

La violencia de género, las desapariciones y los feminicidios no han parado en esta cuarentena, pero NOSOTRAS TAMPOCO. Porque no vamos a permitir que se les olvide lo que ya hemos conseguido, porque no pararemos hasta tirar este sistema opresor, porque NUNCA MÁS TENDRÁN LA COMODIDAD DE NUESTRO SILENCIO, porque aún no faltan muchas, porque protegeremos a quienes seguimos aquí, porque todo esto apenas comienza.

ACLARACIÓN                                            
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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