En ocasiones, somos censurados por acciones o formas de expresarnos. Nos limitan o nos minimizan por no cumplir con el comportamiento esperado. Sin embargo, aparece alguien que hace justo lo que otros dicen que no debe hacerse y en lugar de prohibirles como lo hacen con uno, le celebran su acción, sobre todo si lo hace a modo de burla.

Pues algo así sucede con los ademanes femeninos y las muestras de afecto entre homosexuales. Desde temprana edad, hay niños que demuestran comportamientos que llaman la atención de sus papás o adultos que lo rodean, puede ser la forma de caminar, la manera de hablar o modos de hacer las cosas. Cuando los papás ven eso, muchas veces reprenden al menor, porque según ellos eso no es ser hombre, provocando que el niño crezca entendiendo que la forma en la que él se siente cómodo expresándose es incorrecta, aunque en el fondo preferiría no reprimirse.

Cuando un adolescente gay llega a tener una relación sentimental, al inicio está condicionado a no hacerlo público, pues a diferencia de las parejas heterosexuales de sus amigos, a él posiblemente lo juzguen mientras a otros los halagan y felicitan. En la adultez el panorama no es diferente, aunque la adultez pareciera otorgar una especie de libertad para por fin amar y expresar de la manera que más se prefiera, se presenta el condicionamiento social, en el que las parejas de personas del mismo sexo no deben ser públicas, pues algunos ven inmoral o incorrecto que dos mujeres se tomen la mano o dos hombres se den un beso espontaneo en la boca.

Mientras a los gays los recriminan por “jotear”, como muchos llaman a los ademanes o a la forma de expresarse y de convivir entre personas homosexuales, quienes se identifican como heterosexuales llegan a jugar con este termino, incluso riéndose de sí y justificando su comportamiento como un mero juego, el cual no repercute dela misma manera en quien sí es homosexual y debe alinearse a una heteronormatividad para evitar ser acosado.

En la comedia es frecuente ver cómo hombres heterosexuales usan gestos o actitudes estereotipadas hacia la homosexualidad usándolas para divertir a las masas, sin importar el reforzamiento que crean hacia las personas intolerantes quienes usan esas referencias para “identificar” y acosar a quienes de manera natural viven de una forma similar. En tik tok han aparecido videos en las que compañeros de una compañía de obreros se cargan, fingen besarse, se abrazan y juntan sus cuerpos de formas insinuantes y lo publican a modo de juego y los comentarios son de risa y parloteo, en cambio en otro perfil de una pereja que hombres homosexuales, se encuentran con cientos de comentarios homofóbicos, que los insultan e incluso amenzan de forma violenta. Curioso contraste.

Alguna vez escuché a alguien decir “hay que jotear 10 minutos al día para que no se te acumulen a los 40 (años)”. Pues al parecer hay heterosexuales que siente gusto o alegria al dejar fluir su feminidad o siendo menos machos, pero lo suavizan con frases como esas, buscando una justificación. En cambio el que jotea las 24 horas debe cuidar que en 10 min alguien pueda privarlo de no llegar si quiera a los 30.

ACLARACIÓN                                           
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.

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