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A quien conocen ya como El hombre sin miedo (pero al ridículo) es a José Luis Lima Morales, quien pese a ser sancionado anteriormente por realizar proselitismo adelantado sigue sin quitar el dedo del renglón y con tal de llamar la atención hasta se aprendió a medias el bailecito del TikTok para difundirlo. Por cierto, una ensayadita más antes de grabar su video hubiera estado decente.

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Hasta nuevo aviso, todo es cordialidad entre miembros del grupo universidad y el gobierno estatal, como la diputada federal por Pachuca y exdirigente del sindicato académico de la UAEH Lidia García Anaya, que se puso bella con la secretaría de Salud mediante la donación de cubrebocas, overoles, guantes, gel, aerobox y splitter. ¿Llegará esta tregua hasta la designación de concejales?

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Ya el sindicato de trabajadores del ayuntamiento capitalino acusó reiteradamente falta de insumos durante esta etapa de pandemia y efectivamente, al personal que da mantenimiento, digamos al jardín de los Niños Héroes, se le ve sin cubrebocas o algún otro tipo de protección contra la propagación del coronavirus, más cuando se han presentado ya decesos entre algunos empleados municipales.  

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Quien ratificó su distintivo aquel de morder la mano que lo ayuda es Héctor Herrera Ocampo, luego que recientemente sustrajo información de la oficina de un senador para publicarla a través de perfiles falsos de Facebook que puso al servicio de los antagonistas del legislador, a quienes les presume sus dotes de hacker, pero en realidad esa información la tomó de un escritorio.

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El dirigente del Comité de Maestros Cesados, Desplazados y Perseguidos de Hidalgo, sí, así se llama, es el regidor panista de Pachuca, Fernando Flores, quien antes fue diputado local y presidente estatal de Nueva Alianza, pero como está a punto de causar baja del Cabildo por faltista, tuvo que mandar a Diana Montes a manifestarse al paso del presidente AMLO, quien ni siquiera la vio.

ACLARACIÓN
Los comentarios expresados en esta columna de opinión no son una información noticiosa o necesariamente verídica. Forman parte de los dichos, trascendidos o comentarios que se escuchan en los pasillos políticos, gubernamentales y sociales.

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