Esto de la “nueva normalidad” va más allá de la frase acuñada por el Gobierno de México para establecer el regreso a las actividades rutinarias, ya sean laborales, educativas, de entretenimiento, etcétera. Debemos de tener claro que nada será como eran antes de la pandemia que agobia al mundo.
La llamada “nueva normalidad” no quiere decir que una vez que se comiencen a levantar las medidas de control sanitario en nuestro país, estemos exentos de contagios. En esta etapa que comenzará el 1 de junio, nosotros, individualmente, debemos mostrar una mayor responsabilidad ante la presencia del Covid-19 en cualquier espacio.
Situaciones de rutina que hasta hace poco no nos causaban mayor inconveniente, ahora plantean enormes dudas en nosotros. ¿Ir al cine? ¿Cuándo voy a poder ir al cine? ¿Realmente, quiero ir al cine? ¿Será seguro estar una sala de cine?
Dentro del Plan de Desconfinamiento y Reanudación de actividades del gobierno federal, se contempla la reapertura de salas y complejos de proyección de cine. Esto sucederá primero en las regiones con menores índices de contagios, presumiblemente a partir del día 15 de junio. La decisión respecto a la apertura de cines será compartida con los dueños de las empresas dedicas al rubro.
Este sector de la industria del entretenimiento ha sufrido pérdidas millonarias ante el cierre temporal de sus complejos. No se trata solo de las dos grandes cadenas que lideran el mercado de exhibición de películas en el país. Existen también muchas otras salas independientes dedicadas a la proyección de cine, algunas ya al borde de la quiebra o desaparición.
Para regresar a una sala de cine es importante pensar en las medidas sanitarias y de higiene que el local en turno y el público deben tomar. Será necesario establecer protocolos de sanidad en forma permanente, tanto para colaboradores y empleados de los cines y para el público. Un buen comienzo sería un mejor cuidado en el manejo de alimentos y bebidas.
La convivencia de personas en locales cerrados, como las salas de cine, pareciera un complejo desafío. Desde luego que la normalidad será nueva. Pasará mucho tiempo para ver una sala con lleno total. Es obvio que la venta de entradas se tendrá que ver limitada por los aspectos sanitarios.
Ir al cine forma toda una experiencia. Claro que una buena película se disfruta dónde sea posible verla, pero nada se compara con las sensaciones que nos otorgan una sala, las butacas, la luz del proyector, el sonido, las palomitas, la compañía y lo que a ustedes le cause agrado. Entonces, espero que todos cumplamos con las medidas de higiene y sanidad para que pronto en esa nueva normalidad podamos ir al cine.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
