Desde hace años, en este camino al que llamo “El Despertar de la Noche del Alma”, estando un poco lúcido, sintiendo y percibiendo verdades internas y externas, comencé a resonar con más y más personas que, al igual que yo, descubrían un mundo distinto a esta realidad.
Fue en esa etapa que desaprendí mucho. También, conocí y practiqué enseñanzas nuevas, filosóficas y conocimientos que fueron cómodos asientos para mi ser terráqueo; pero curiosamente, también comencé a integrar sabiduría en mí.
¿De dónde sale esa sabiduría?, por mucho tiempo no supe explicar y explicarme eso. Era raro, pues haciendo actividades ordinarias, como tomar un baño, correr por la mañana o estando en una entrevista con algún funcionario, esa conciencia comenzaba a manifestarse.
A esto le llamé “entendimiento”, algo que simplemente, ya lo sé. Sin embargo, ahora comprendo que esa sabiduría es de mi propio ESPIRITU, encarcelado en esta matrix llamada realidad. Ha ido aflorando esa sabiduría cuando comencé a acallar la mente, sumergiéndome en mi silencio interior:
Busca tus propias respuestas, yo puedo orientar con mi discernimiento y mi verdad, pero es uno mismo el que debe encontrar las respuestas. No hay SUSTITUTO para el SILENCIO INTERIOR, siendo el objetivo la conexión con nuestra esencia.
EL SER QUE DESPIERTA, NO CONCUERDA NI CON BUDA
Aunque hay muchos testimonios de maestros o gurús, técnicas espirituales, libros, filosofías e información en la red, traigo a cuenta esta frase que me resonó fuertemente: “Sin templos ni iglesias, ni gurús, ni maestros, ni informantes, ni canalizadores. Ve dentro, ahí donde tu corazón vibra y toca tu universo& DESCÚBRETE, SIN INTERMEDIARIOS”.
Jesús, Buda, Mahoma y Lao Tse no pidieron ser colocados en un pedestal para que la humanidad los adore. Ni mucho menos que los convirtiéramos en deidades; creo que ellos estaban enfocados más en manifestar su multidimensionalidad, inspirar y transformar los viejos dogmas, que en buscar un reconocimiento.
Aunque por mucho tiempo, uno de mis objetivos fue iluminar o elevar mi conciencia, como Buda, entendí que no se tiene que iluminar, no somos lámparas. Somos ESENCIAS, ESPÍRITUS Y conciencias despertando del juego de alcanzar el nirvana.
Actualmente, el HOLODRAMA que se vive, con la situación actual del coronamadres, un distractor y parte de un plan al que llamo “El último coletazo del reptil”, está colapsando en esencia. La humanidad ha servido de alimento energético, por eso crean ambientes hostiles, pero ya hay más seres despiertos y ya no pueden frenar.
Entre tanto ruido exterior, te sugiero que vayas al silencio de tu interior. Así que, hay que establecer el enlace, medita o respira profundamente, esa es la puerta. Esa es la línea de supervivencia, la opción para salir de este lugar y la única manera de estar estable, contenido, en este mundo que se fractura y que quieren volver más hostil.
GRACIAS.
La opinión expresada en esta columna es responsabilidad de su autor (a) y no necesariamente representa la postura de AM Hidalgo.
